Cuentan las crónicas, los documentales, los discos y las películas que mods y rockers solían quedar en las playas de Brighton para molerse a mamporros por el mero hecho de que “tú eres de los otros” o por liberar adrenalina juvenil, o por las dos cosas. La historia de la humanidad, vamos. Hoy en día, celebramos conciertos “de hermandad” como el del pasado día 27 en la Sala Santana 27, donde, bajo el nombre de Mockers Day, se juntaron 2 grupos representantes del “rockerío” (Luigi Stream & Lee Perk Trío y Dead Bronco) y otros dos del “moderío” (Supersweet y The Allnighters) y sus respectivos públicos, que bebieron y atendieron en pacífica armonía, dejando claro que, como bien dijeron Les Luthiers, “cualquier tiempo pasado fue anterior”… aunque seguro que hay quien echa de menos abrirse la cabeza mutuamente, pero de eso no vimos en la sala de Bolueta.
Lo que sí vimos fue a Luigi Stream (aka Luigi Punker) junto a Lee Perk Trio (otro proyecto del Fakeband Alfredo Niharra), que fueron los que empezaron poniendo acordes rockers a la noche. Cincuentismo a troche y moche en un repertorio excesivamente versionero, pero llevado con gusto y saber hacer. Me suele joder ver banda de músicos a los que conozco talento compositivo (más que acreditado en los casos de Alfredo y Luis), haciendo clásico tras clásico, sin aportar una nota propia, y un sólo tema propio, por parte de Lee Perk, pero supongo que es lo que se tercia cuando hablamos de una colaboración puntual sin tiempo para ensayos. En todo caso, lo hicieron estupendamente y el público exigió más, sin éxito, cuando les sonó la campana y tuvieron que abandonar el escenario.
Supersweet no desaprovecharon la oportunidad de empatar el partido con una andanada tan contundente como la interpretación íntegra de la ópera rock Tommy de Who. Ya se lo habíamos visto hacer en el ciclo Izar & Star, de donde partió la idea, pero soy testigo de la sorpresa y lo boquiabiertos que quedaron muchos de los presentes que desconocían la propuesta.
Aparte del rigor en la interpretación de los temas por parte del trío, el verdadero protagonista es Andoni Etxebeste a la batería. Él solito se encarga de demostrar que sí, que se puede hacer; que el hijo de Ringo, Zak Starkey, lo hace muy bien con los actuales Who, pero que se puede llegar mucho más cerca de lo que hacía Keith Moon, el alocado (y fallecido) batería original de la banda. Ni el traje-esqueleto del teclista Álvaro, ni los guitarrazos y saltos del guitarrista-cantante Imanol son capaces de hacernos quitar la mirada de la lluvia de hostias que le cae a la batería de Andoni mientras interpreta Tommy. Y, encima, ¡el tío canta!. Espectacular.
En principio, Supersweet no va a volver a hacer este homenaje, y así lo anunciaron desde el escenario, pero algo me dice que la demanda puede hacer que tengan que repetir. El otro día, desde luego, mucha gente se quedó con las ganas de volverlo a ver.
La noche no estaba planteada como de estrellas y teloneros pero, si usamos como baremo la densidad de habitantes de las primeras filas de los diferentes conciertos, los triunfadores de la noche fueron, sin duda, Dead Bronco. Ya dejé constancia de mi asombro por el tirón que tienen en la crónica del concierto del Kafe Antzokia y, pasado el tiempo, no dejo de maravillarme. Pegada a la valla una pareja me informó que habían venido desde Zaragoza exclusivamente para ver a los hellbillies, y debía haber público de lugares aún más lejanos. Está claro que les ha salido buena la mula que compraron y le están sacando rendimiento. ¡nos alegramos!…
…y tiro el guante a Javier Corral “Jerry” y a la banda: ¿por qué no se hacen para el Izar & Star la banda sonora de O Brother!? …ahí lo dejo.
La noche acabó con otra banda recientemente retornada a los escenarios: The Allnighters, los míticos gasteiztarras del Rythm & Blues y Soul que nos hicieran disfrutar a principios de los 90 de ritmos no tan populares por aquí en aquellos momentos. Han vuelto y lo han hecho en espléndida forma. Igu mantiene intacto su carisma escénico, su voz y su habilidad con la armónica y la banda va como la seda.
Buenos recuerdos de otra época y buenos momentos para el presente; está claro que, como dijo el propio Igu al micrófono, no falta talento en esta tierra… ni ganas de disfrutarlo por parte del público.
Keep on rocking! Keep on moding!
Encantado de que te gusten, Igu… y encantado de teneros de nuevo en los escenarios.
Muchas gracias, por la crónica y por las fotos, son muy buenas.
Un Saludo,
Igu