Steve Wynn & The Miracle 3 (Sala Azkena, Bilbao, 5/V/2001)

In Focus nº 2
Esta crónica del concierto de Steve Wynn del día 5/V/2001 en la sala Azkena de Bilbao se publicó en el fanzine In Focus nº2, en el año 2001.

El autor de la crónica fue Borja Gil «Pakete Leroy» y la foto aparece aquí tal y como se publicó en papel, esto es, en blanco y negro.

En el mismo reportaje incluímos también una entrevista con Steve Wynn y una reseña del disco Here comes the miracles.

Pinchando aquí podéis acceder al archivo PDF del fanzine tal y como se publicó en su día.

Jason Victor en el fanzine In Focus nº2 (2001)

Jason Victor en el fanzine In Focus nº2 (2001)

Ver salir al escenario a un tío con la trayectoria de Steve Wynn y que lo hace con una sonrisa en la boca y una humildad que para sí otros quisieran nos hizo presagiar algo bueno. El neoyorkino vino a presentar “Here comes The Miracles”, ¡y vaya si lo hizo!

Si alguien tenía dudas sobre su último trabajo estas quedaron despejadas después de dos horas de un intenso y auténtico Rock americano como pocos lo saben hacer. La cosa empezó sin tonterías, sonando las notas de “Halloween”, y uniéndose el eléctrico guitarrista Jason Victor a mitad de canción para meter a todo el personal en el concierto desde el primer momento. Y tras empalmar ésta con “Silver Lining” empezó lo nuevo. Con canciones como “Watch Your Step”, “Here Comes The Miracles” o “Sustain” Steve Wynn y sus 3 Milagros fueron repasando un disco que nos hizo recordar más a los antiguos Dream Syndicate que a sus más recientes trabajos. El concierto era cada vez más intenso, con Linda Pitmon (batería) y Dave De Castro (bajo) llevando el peso del ritmo y coreando a Steve Wynn, que junto a Jason Victor iban entrando en calor hasta que este se puso a teclear el órgano para recordar la deliciosa “Whatever You Please”.

Pero la calma duró poco, y acto seguido pareció como si se enchufaran a una torre de alta tensión para deleitarnos con nuevos temas como “Death Valley Rain”, “Good and Bad” o “There Will Come a Day” en los que punteó hasta el gato y nos pusieron los pelos de punta creando ambientes que iban desde el absoluto silencio del respetable, viendo cómo los del escenario parecía que dejaban allí las tripas, hasta la euforia de todos (incluyendo a este pedazo de banda) los que allí nos dimos cita.

Pero sus fieles sabían que esto no era el final, y por dos veces salieron para dejarnos tranquilos con míticas canciones como “That’s What You Always Say”, una ácida “Days of Wine & Roses”, una tranquila mitad de “Boston” coreada por el público y acabada con un desgarrador final en el que aparecieron los Milagros, y un remate en el que Linda Pitmon sacó todos sus juguetes sonoros para crear una atmósfera en la que podíamos haber estado toda la noche.

Aunque todo lo bueno llega a su fin sabemos que no tardará mucho en volver a visitarnos, y aquí estaremos unos cuantos sabiendo que veremos uno de esos concierto de los que sales sonriendo.