Deke Dickerson & The Ecco-Fonics + Fernando Noronha & The Black Soul (Bilborock, Bilbao, 17/X/2001)

In Focus nº 3
Esta crónics del concierto con Deke Dickerson & The Ecco-Fonics + Fernando Noronha & The Black Soul en Bilborock se publicó en el fanzine In Focus nº3, en 2001.

El autor de la crónica fué Carlos Beltrán y la foto aparece aquí tal y como se publicaron en papel, esto es, en blanco y negro.

En el mismo reportaje incluímos también una reseña de disco y una entrevista.

Pinchando aquí podéis acceder al archivo PDF del fanzine tal y como se publicó en su día.

Y pinchando en la foto podéis acceder a la galería de Fernando Noronha

Fernando Noronha & The Black Soul, fotos por Dena Flows

Fernando Noronha & The Black Soul, Bilborock, Bilbao, 17/X/2001

Miércoles rock`and´rollero en el Bilborock de la mano de uno de los músicos más activos de la nueva escena retro-americana. Precedido por el buen sabor de su estupenda actuación en la gira del décimo aniversario de la tienda de discos Bloody Mary y por la reputación alcanzada durante muchos años gracias a grupos anteriores, Deke Dickerson supone una garantía de buen rockabilly con acento americano.

Abrió la noche el brasileño Fernando Noronha y sus Black Soul, verdadera sorpresa ya que nadie parecía conocerle. Se anunciaba con un genérico blues-rock y se destapó como un buen guitarrista en la estela de Stevie Ray Vaughan; de no haber abierto la boca entre canción y canción, todo el mundo juraría que era tejano por su técnica y estética. Comenzó con un raudo R&B instrumental mientras entraba el público y le dieron todas las vueltas que quisieron sin hacerse pesados. A priori, un guitarrista Vaughaniano stratocaster en mano puede anticipar un exhibicionismo excesivo (tipo Tom Principato, ya sabes), pero el tal Fernando consiguió mantener nivel festivalero y a la vez de garito, gracias a un buen feeling y a una banda más que competente que incluía piano y un dinámico toque de ride por parte del batería. Se sucedieron todos los tópicos del género, siempre salvados por una buena interpretación. “Love In Vain”, “Talk To My Baby (On The Telephone)”… y por supuesto el final Hendrixiano, con el imprescindible wah y la guitarra bramando, ya sólo con cinco cuerdas. Sorprendidos, hicieron un merecido bis que acabaron con un largo “Little Queenie” de Chuck Berry.

Después aparece Deke Dickerson con unos Ecco-fonics totalmente renovados. Ataviado de calle, todo el peso de la imagen recae sobre su preciosa TNM Custom de doble cuello. En formato de trío, atacan sobre todo genuino rockabilly 50´s de filiación country, pero también instrumentales Dick Dale versus Link Wray y hillbilly festivo. Sin el saxo de su concierto de Bergara y sin el piano que arrasa en los discos, Deke tiene que llenar todos los huecos como un prestidigitador de la guitarra, haciendo juegos de manos entre los dos mástiles a la velocidad de un tahúr. El acompañamiento es efectivo; el contrabajista, Wally Herson, es más que un profesional y le avala su pasada pertenencia a los Fly-Rite Boys del enorme Big Sandy; el batería, Bobby Trimble, de maneras jazzísticas con la caja y las baquetas, sigue perfecta, y muchas veces improvisadamente, cada giro de su jefe.

Dickerson repasó sus tres discos sin hacer especial hincapié en el último y rescató temas y versiones de toda su carrera, incluidos Untamed Youth. No se olvidó de esa bomba de R&B-doo-wop que es “The Hatchet Man”, ni de instrumentales raciales como “Rockin´ Gypsy”, ni tampoco de su gusto por las mujeres rockeras como “Hot Rod Queen”.

Demostró ser un guitarrista multiplicado por dos y un excelente cantante. Sin duda, el rock americano de raíces está en plena forma gracias a músicos de esta notable calidad, y en este caso, también de buen humor, con un Deke que acabó haciendo de surtidor humano de cerveza surf; vamos, ni Hommer Simpson sobre una tabla de tres quillas.