Entrevistas que me han hecho

No me gusta hablar de mí, creo que eso deben hacerlo los demás

Así que lo mejor para este «Acerca de…» es que os enlace unas entrevistas que me han hecho en diferentes medios y donde me sonsacan lo que para mí sería difícil de ordenar

Fiasco Fiasco!

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Holden Fiasco sacó de mí lo que no está(ba) escrito y dejó difícil para posteriores entrevistas decir nada nuevo. Lo publicó en su blog el 18 de mayo de 2018. Aquí el enlace:
Fiasco Press!: Dena Flows

Texto completo de la entrevista en Fiasco, Fiasco!
Vamos a ser breves en la introducción, que bastante larga es ya la entrevista. De hecho, ni haremos conclusión. Así que, cuando terminéis de leer, no esperéis un requiebro final. He querido podar, pero no puedo: teníamos cosas que contarnos y nos las hemos contado. Ahora, hemos querido compartirlo. Entrevistamos a Dena Flows, un “foto-documentalista” que lleva mucho tiempo dándole forma y color a nuestra propia memoria musical e igual no te has dado ni cuenta. Él captura lo que, a veces, ni nosotros recordamos haber visto aunque estuviéramos allí. El rock and roll en directo no se entendería sin sus fotografías y, si me apuras, sin ver su figura por ahí, pululando en primera fila, siempre dispuesto a ser el primero en desenfundar.

Vamos a dividir la entrevista, extensa, ya lo hemos advertido, en dos partes. En la primera, hablaremos de fotografía, principalmente, aunque con ello hablemos también de música. En la segunda, hablaremos de música principalmente, aunque con ello hablemos también de fotografía. En las dos, le dejaremos hablar, que tiene muchas cosas interesantes que contarnos.

La fotografía (y el fotógrafo)

Has explicado en varias entrevistas que empezaste en el FestiMad del 99, casi por casualidad. En aquel festival tocaron gente como Metallica, Tricky, Skunk Anansie, Ministry, Black Crowes, Queens of the Stone Age, Amparanoia, B-Violet… Si no fuese porque es lo normal en este tipo de eventos, la impresión natural sería sorprenderse por la mezcla de estilos. ¿Ha seguido siendo tu carrera como fotógrafo así de variada? ¿O tienes la impresión de que te quedan muchos géneros por cubrir y, en realidad, te has ceñido solo al rock de guitarras?
La variedad de lo que fotografío corre paralela, sobre todo, a mis gustos musicales personales. Esencialmente, fotografío lo que me gusta y, por suerte, no me he quedado (muy) anclado y cada vez disfruto de más estilos, con lo que los grupos que fotografío son también más variados según pasa el tiempo. Diría que los que fotografío son un poco más variados que los que escucho, ya que hay veces (no muchas, pero hay) en que acudo a un concierto por su espectacularidad, porque espero poder sacar buenas fotos en él, aunque no me guste la música y también hay ocasiones en las que hago fotos por encargo puro y duro. Esos casos añaden más variedad a lo que hago. Respecto a la última pregunta, sí y no. Sí me quedan géneros por cubrir. Espero seguir abriéndome de orejas y, en consecuencia, ir abriéndome también de ojos cada vez más. No a lo de haberme ceñido sólo al rock de guitarras; entre lo que he fotografiado por gusto personal hay blues, folk, pop, electrónica, soul,… estilos que apenas he fotografiado serían el jazz, new age, folklores tradicionales (ahora llamadas, «músicas del mundo»), que incluirían en el caso español el flamenco, por ejemplo. Sí queda mucho por abarcar, sí; pero tampoco tengo la urgencia.

En otras entrevistas, te has definido como autodidacta. Explicabas que, cuando empezaste a tomártelo en serio, devoraste toda la información que caía en tus manos por tu cuenta. ¿Has echado de menos alguna vez tener una formación más técnica o, por el contrario, crees que tu personalidad a la hora de fotografiar viene también de esa independencia original?
Para hacer el tipo de fotos que hago no la he echado en falta. Los conceptos técnicos implicados no creo que sean muy complicados. Se pueden aprender por cuenta propia aplicando un poco de interés y un par de lecturas. El resto es practicar y practicar. Para las fotos de viajes que hago creo que también me he apañado bien por mi cuenta; para lo que sí que creo que me habría venido bien una formación más reglada es para retrato y foto de estudio. Sobre ello también he leído mucho, pero no me cunde, así que intuyo que me vendrían bien unas lecciones.

Dices que eres reacio a usar el concepto “artístico” para hablar de tus fotografías. ¿Por qué?
Hay dos razones conscientes: una social y otra conceptual. Por una parte, el mundillo del artisteo no me gusta nada. Me parece que hay muchísima más gente que se presenta como artista de la que lo es realmente y las interacciones personales/comerciales que se producen en ese entorno para levantar la cabecita y destacar me desagradan en extremo. Por otra parte, y esto es lo principal, no creo que mis fotos sean «arte». Seguro que hay miles de personas más cualificadas que yo para definir qué es y qué no es «arte» pero, desde mi punto de vista, «arte» implica creación y yo no creo nada. Yo documento el arte que hacen otros. No creo que nadie considere arte hacer una foto al Guernica para ponerla en una enciclopedia ¿no? Pues lo mío, sin ser exactamente lo mismo, va por ahí. Tiene más que ver con la artesanía que con el arte; más con la técnica que con la creación. No es una cuestión dicotómica, en todo caso. Entre la mera reproducción y la creación pura hay muchos pasos intermedios. Yo me veo más cerca de la primera que de la segunda. Lo más sencillo para mí es verme como foto-reportero, foto-periodista o como me gusta más, foto-documentalista. Sea como fuere, no me veo como artista creador.

Sin embargo, cuando te preguntan por fotógrafos que te gustan hablas de gente como Richard Avedon, Helmut Newton, Herb Ritts o Jan Saudek. Desde mi punto de vista, son todos ellos fotógrafos con mucha personalidad y con ambiciones “artísticas”. Muchos de ellos con colecciones de retratos. Parecen un poco alejados de tu estilo: ¿qué es lo que te gusta, por ejemplo, de Avedon o de Saudek?
Mi anterior respuesta da pie a esta: precisamente me gusta de ellos que ellos sí son artistas. Todos ellos tienen una visión previa al momento de hacer click. La montan, la crean y la fotografían. Cada uno de ellos decidió que prefería la cámara a los pinceles o a la arcilla. ¡Vaya usted a saber por qué! Pero lo que hacen con las lentes, los objetos, la luz y las sombras equivale a lo que hacen otros artistas plásticos con otros medios. Saudek, en concreto, no escoge: usa la cámara y los pinceles en la misma obra (colorea las fotos). Además, no sólo tienen una visión que plasman en sus fotografías, es que su visión me gusta mucho. Porque gente con «visiones» hay mucha, pero que esas visiones estén bien ya es otro cantar. No todo el que junta 3 acordes hace una buena canción.

Como fotógrafos musicales, dices que te gustan gente como Jim Marshall, Bob Gruen y Herman Leonard. Todos ellos clásicos que han sacado alguna de esas fotografías que hemos visto mil veces y nunca nos preocupamos de saber quiénes las hicieron. ¿Qué te gusta de cada uno de ellos? Personalmente, no sé si estarás de acuerdo, de Marshall destacaría que estaba allí en el tiempo adecuado y cerca de la gente adecuada, de Bob Gruen que sabía disparar en el momento oportuno y el juego con la luz y el humo de Leonard. ¿De acuerdo en algo?
Antes de valorar la obra de los citados, voy a hablar de la importancia de «estar en el lugar justo, en el momento adecuado» que atribuyes (con razón) a Jim Marshall, pero que se puede aplicar a casi todos los que se han hecho clásicos. Pues sí, es importantísimo. Si estamos hablando de foto-periodismo o foto-documentalismo, de hecho es mucho más importante estar donde se debe que saber usar la cámara. Pero esto se aplica a todas las facetas del periodismo, no solo a la foto. Se aplica al periodista con contactos que le ofrecen información; al reportero que sabe dónde va a estar la acción y se anticipa; al entrevistador que convencería hasta a Salinger de contarle su vida… si Ivanka Trump graba con su celular el momento en que su padre aprieta el botón nuclear y acaba con media humanidad, Ivanka pasará a la historia del periodismo. En periodismo es más importante tener la pieza que saber qué hacer con ella, ya se encargará alguien de despellejarla. Volviendo a la foto de conciertos, según les leo a los clásicos, «estar en el lugar adecuado en el momento adecuado» era mucho más fácil en su época que ahora. Nosostros estamos en la era del «Three songs, no flash» y, en muchos casos, teniendo que firmar contratos de cesión de derechos tan abusivos que espero que, llegado el momento, un juez diga que son nulos. Al propio Marshall le leí una entrevista en la que decía que él no hacía fotos en las condiciones actuales (no recuerdo el año de la entrevista): o le permitían acceso sin restricciones o que no contasen con él. Hoy día es posible que nadie hiciese la foto de Hendrix en Monterrey quemando su guitarra porque no habría nadie con acceso para hacerlo. Muchas veces (y eso lo he vivido en primera persona) ni a los fotógrafos oficiales de los festivales les permiten más acceso que a los reporteros de los medios. Respecto a los fotógrafos concretos… mmm, pues no sé qué decirte. La verdad es que no soy muy analítico; soy más intuitivo: veo sus fotos, me gustan, les sigo la pista y, si a medio-largo plazo me siguen haciendo tilín, los señalo como favoritos. Podría decir que son todos muy naturalistas y tradicionales. Sin excesos técnicos, sin ángulos extravagantes. La foto vale por el hecho que capta más que por el valor estético (sin obviar éste en absoluto, ¡eh!: todo es mejor cuando es más bonito). Lo del humo de Herman Leonard viene de una serie de retratos de jazz que son ¡la de dios! Y definieron una manera de fotografiar el estilo que aún perdura. La foto más icónica es la de Dexter Gordon, que es brutal, pero hay unas cuantas alucinantes. Esa serie ha marcado su leyenda (muy merecidamente) pero el hombre hizo otras muchas cosas y muy bien, incluido color, bodegones (también con humo, ¡juas!, tenía fijación, al parecer). Un enorme imprescindible.

En ocasiones, has mencionado a Paul Bergen y Lyle Waissman, que son más actuales. En Waissman parece que “el momento” también es lo fundamental.
Lo es, sí; eso y aplicar la técnica adecuada para que la foto sea técnicamente correcta o, mejor dicho, técnicamente como tú quieres que sea y no como el azar decida (y luego, si sale un zurullo, dices que es artística). Sí, ya hemos hablado de ello antes. Una fotografía (de conciertos o de cualquier otro acto) es un instante cuya función es resumir una actuación. Hay que acertar esos momentos que dan una idea de lo que fue la actuación y hay que acertar a hacerlo de una manera estéticamente placentera. Para cada artista la esencia es distinta. No es lo mismo un cantautor acústico sentado en un taburete que un grupo de saltos y pirotecnias, por poner extremos que ayuden a entender la idea.

Has dicho que “la suerte juega un papel importante en el resultado”. ¿A qué te refieres exactamente?
No me acuerdo de cuándo y en qué contexto dije esto, pero puedo aventurar algo al respecto. La fotografía de conciertos tiene fama de ser de las especialidades más difíciles porque en ella todo es cambiante y nada está bajo control (de quien hace las fotos). En ese sentido, la suerte juega un papel, claro. Muchos factores tienen que sincronizarse: ubicación, acción, luz… y click para hacer la foto buena. Con la experiencia ese factor suerte se va haciendo menos importante, porque se aprende a sacar de donde no hay, pero siempre está presente.

Otra frase relevante, creo, es la que soltaste en una entrevista para Viajes, Rock y Fotos hace años: “Sed los peores enemigos de vuestras propias fotos”. Creo que lo pillo, pero explícalo.
Tiene que ver con el proceso de aprendizaje y no se aplica únicamente a la fotografía. Vale para todo. Quiero decir que para hacer bien algo (fotos de conciertos, en este caso) tienes que aprender, para aprender hay que estudiar, practicar y evaluar los resultados críticamente para pulir los errores cometidos. Porque los cometerá seguro. 100% seguro. A día de hoy, tras casi 20 años haciendo fotos de conciertos, aún borro 2/3 de las fotos que llegan a casa en la tarjeta (según el tipo de concierto; en unos más en otros menos). Todas esas fotos que acaban en la basura están allí por alguna razón. Es muy importante conocer esas razones y aplicarlas. Suelo decir a quienes están empezando y me piden consejos que no me enseñen sus fotos si no están dispuestos a que les meta caña, porque no voy a ser muy piadoso. No te imaginas la de veces que me han enseñado fotos con orgullo y que a mí me parecían espantosas. Es un mal trago, la verdad. Tendemos a ponernos excusas que, muchas veces, son verdaderas razones, pero que no hacen que la foto sea mejor: «es que pillé el momento, pero justo apagaron la luz, pero mola mucho». Pues no, no mola nada porque no tiene luz. Punto. Ahora bien, a esta regla general también le caben matices. Yo también guardo muchas fotos horribles, pero para eso también hay que tener criterios claros. El mío es, principalmente, uno: documentar. Muchas veces me quedo con fotos espantosas simple y llanamente porque no he sido capaz de hacer una buena… y creo que nadie más lo habrá conseguido. Por ejemplo, tengo fotos (de mierda) de los dos teclistas que trajeron los Who al Azkena. No creo que haya muchas más que las mías, buenas o malas. Y, por cierto, más de una vez he vendido fotos de este tipo, incluso teniendo mejores del mismo músico, porque alguien quiere la foto del día en concreto porque le resulta especial.

Insistes en lo de la luz. ¿Podríamos decir que para conseguir una buena foto esa sería una de las circunstancias fundamentales: la luz?
Sí, sin duda. La luz es la materia prima de toda fotografía y las de conciertos no son precisamente excepción.

En otra entrevista (ésta en euskera así que traduzco), comentabas que “cuanto más cerca de la música, mejor”. ¿Sería ese otro de los elementos fundamentales para una buena fotografía? ¿La cercanía?
La cercanía no es imprescindible, pero da resultados más a mi gusto. Supongo que dije (o quise decir) cuanto más cerca del músico, no de la música. Es la traslación al ámbito de los conciertos de la famosa frase de Robert Capa: «Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, no estabas lo suficientemente cerca». En definitiva, que las mejores fotos salen estando en el meollo del asunto. Eso sí, sin molestar ¡eh! Que últimamente estoy viendo con horror el retorno a la moda de los ojos de pez, que son unos objetivos que te distancian mucho de la escena y, sin darte cuenta, entras hasta la cocina para hacer una foto, de manera que veo objetivos en la misma nariz de los protagonistas de las fotos, con lo que les molestan a ellos, al público y al resto de quienes están allí haciendo fotos. Cerca, pero con medida.

Has fotografiado diferentes estilos, en diferentes espacios y, sobre todo, has cubierto música con diferente impacto en la sociedad… ¿Qué te motiva, excita, gusta más: banda grande en estadio y mitología del rock, en estadio o fotografiar bandas locales, en escenarios más humildes?
Fotográficamente hablando, la corta distancia es la óptima, eso está claro y, si hay opciones fotográficas excitantes, si pasan cosas sobre el escenario, me da igual que la banda sea famosa o desconocida. Una vez que empieza la acción ese factor no tiene influencia alguna en mi disfrute y si tengo que llenar medio disco duro o arriesgar cuerpo y equipo para pillar una foto me da igual si es Mike Jagger o José García. Cuando hay fotos delante de la cámara, me abstraigo 100% de esos asuntos. Dicho lo cual, tampoco soy inmune a la tentación de engrosar el currículum con nombres gordos; sobre todo, si son nombres gordos que hacen música de mi gusto. Aunque es probable que pongan muchas trabas a nuestro trabajo y que hacer fotos en esas circunstancias sea poco placentero y de resultados mediocres, me gustan también los conciertos de grandes estrellonas en enormes escenarios. En fin, que también tengo mi punto vanidoso y me gusta poder decir «yo fotografié allí», donde otros dicen «yo estuve allí».

¿Es importante la humildad: evitar la tentación de recrearse y, por el contrario, darse cuenta de que el protagonista es el objeto? Sin duda. En mi opinión eso es esencial. Básico.
Igual ha quedado ya esto implícitamente respondido en la pregunta de qué me gusta en los fotógrafos que me gustan: yo prefiero siempre que el protagonista de la foto sea la persona que está sobre el escenario, no la persona que hace la foto. Intuitivamente, parece que no puede ser de otra forma, pero lo es. Veo cantidad de fotos en las que la sensación que me transmite es la de un fotógrafo presumiendo. Constantemente a la caza del más difícil todavía y el «esto solo lo hago yo». He visto muchísimas fotos en las que no hay un músico reconocible o en las que es hasta difícil enterarse de que es una foto de concierto. ¡Ojo! ¡Muy chulas, en muchos casos, eh! Una cosa no quita la otra, pero no es un estilo que me guste.

¿Hay fotógrafos con mucho ego?
Las personas son iguales con cámara o sin ella; o sea, que hay de todo, como no podía ser de otra manera. Como ocurre con la sociedad en su conjunto, la mayoría somos normalitos y unos días nos levantamos con el pie izquierdo y otros con el derecho y, por lo general, nos llevamos bien. Un pequeño porcentaje son más cabroncetes de lo normal y otro porcentaje, igualmente pequeño, son unas almas cándidas más buenas que el pan, que se quedan sin hacer su foto por cederte el sitio. En resumen, la vida misma, pero en un grupo más reducido.

Decías en una entrevista que “Nervios no suelo tener”, ¿nunca?
Pues no, la verdad es que no. A lo sumo, si preveo dificultades fotográficas y estoy en el foso por encargo siento algo más de intranquilidad, incertidumbre, pero, ¡meh!, poca cosa. No llegaría a llamarlo «nervios».

¿Un fotógrafo busca o encuentra? ¿Fotografías lo que te dan o lo que tú consigues?
Las dos cosas. Esto está muy relacionado con lo que decía antes sobre ser artista o no. Como fotógrafo de conciertos yo no puedo dirigir la función. No puedo hacer que Mark Lanegan salte ni que Iggy Pop se quede quieto; no puedo decidir la luz, ni la posición de los miembros de la banda; en infinidad de ocasiones no puedo controlar ni mi propia posición. Se suele decir, y es probablemente cierto, que es el género fotográfico en el que tenemos menos control sobre el objeto fotográfico. No sólo carecemos de todo control, sino que lo que está sucediendo, además, cambia a cada segundo (Lanegan aparte). En esas circunstancias, obviamente, te conformas con lo que te dan ¡qué remedio! Pero sí queda un margen para la búsqueda. La búsqueda del momento del que hablábamos antes. El que sintetice lo que está ocurriendo para luego transmitirlo en una imagen o una serie de ellas. En ocasiones esto es un tanto difuso; en otras ocasiones es tan concreto como captar un tic expresivo repetitivo.

De las bandas de por aquí, ¿cuál es la más plástica?
Porco Bravo. Poca duda al respecto.

¿Hay músicos que buscan la foto? No me digas nombres pero dime si se las das.
Hay muchos músicos perfectamente conscientes de la importancia de la imagen que proyectan y de las fotos en las que se reflejan y muchos de ellos, sí, actúan en consecuencia. Te digo dos nombres con sus respectivas anécdotas. Son nombres gordos internacionales, así que no creo que nos hagamos muchos enemigos contándolo. 1.- Police: en la gira de reunificación de 2007, la road manager del grupo nos reunió a los fotógrafos para darnos instrucciones e indicaciones. Entre ellas, nos adelantó en qué momento Sting daría un salto. Salto que dio, matemáticamente, como había sido anunciado. 2.- Pretenders: En el BBK Live nos agruparon a todos los fotógrafos en un lateral del foso. Eso es algo que suele ser una mierda. Habitualmente es un problema por espacio vital, por distancia al músico y por falta de variedad de ángulos. En este caso, la intención de Chrissie Hynde no era entorpecer nuestra labor, sino tenernos a todos apuntando al lugar donde ella daría una patada al aire. Según el nivel de descaro da más o menos rabia hacer esas fotos. Por un lado coartan tu propia visión; por otro, todos nos vemos impelidos a hacer la misma foto; finalmente, te sientes trabajando para alguien que no te paga. Pero hacerlas las hago, sí. Es muy difícil no hacer click cuando la imagen está en el visor.

¿Eres muy exigente contigo mismo?
Lo justo: soy mi segundo peor enemigo (entre los que opinan sobre mis fotos delante de mí). Seguramente, cada vez menos. Cuando veo mis fotos de hace 15 años veo muchas mierdas; cuando veo las de hace 5 veo cosas parecidas a las que hago ahora. Eso quiere decir que me he estancado, que ya llegué a mi máximo y que ahora estoy en «modo mantenimiento». Por suerte, hay gente a mi alrededor haciendo fotos de un nivel tremendo y, como algo de espíritu competitivo también tengo (no mucho, pero algo sí), eso me espolea y aún intento imitar cosas que veo. Lo que es, probablemente, buena señal y una posible salida a ese «modo mantenimiento». El problema es que, con los años, se pierde flexibilidad (física y estilística).

¿Has acabado muy decepcionado con tu trabajo en alguna ocasión?
Por mi culpa, pocas. Alguna, sí. Algún día me he notado especialmente apático y luego me siento un poco mal; sobre todo cuando me asalta la envidia viendo fotos ajenas buenas y sabiendo que yo estaba allí y no puse de mi parte para hacer las mejores fotos posibles. No sucede a menudo. Muy pocas veces, por suerte.

¿Has mirado alguna vez hacia atrás para valorar lo que has hecho hasta ahora?
No.

Hazlo ahora. ¿Cuál sería tu impresión general?
Preferiría que eso lo hiciesen otros, la verdad. En realidad, cuando miro para atrás, lo único que se me ocurre pensar es ¡cómo pasan los años, cojón! No soy, ni mucho menos, de quienes más tiempo llevan con la cámara en ristre y ya estoy haciendo fotos a gente que no había nacido cuando empecé. ¡Sielos!

¿Cuántas horas te has pegado acuclillado en los peldaños del Antzoki?
1976.

La música (y sus aledaños)

Una de las salidas para la fotografía es la prensa escrita. Tus fotos han estado en la portada del Ruta 66, por ejemplo. Y empezaste con El Tubo, histórica revista de los 90 en Euskadi, dirigida por Belén Mijangos, quien has dicho que te dio la primera oportunidad. ¿Cómo ha cambiado la prensa escrita en todos estos años?
Esta pregunta da para tesis ¡eh!… y para hacerse algunos enemigos también, jajaja. A ver qué soy capaz de articular sobre el asunto, porque, efectivamente, creo que ha habido muchos cambios. El primero y más evidente es el provocado por la llegada de internet, que ha tenido, al menos, dos consecuencias gordas: el aumento exponencial de la cantidad de texto disponible y la consiguiente mayor (mucho mayor) dificultad de monetizar el contenido. ¿Cosas buenas? Mayor accesibilidad, más facilidad para encontrar nuevas voces, mayor número absoluto de producto de calidad. ¿Cosas malas? Mayor dificultad para profesionalizarse, mayor porcentaje de material mediocre (la cantidad de material bueno crece en menor medida que la cantidad de material global) y, por tanto, quienes leen prensa (musical, en este caso, pero se aplica a todos los campos) están más obligados que nunca a hacer su propia criba de medios. Claro, hacer esa labor de criba puede ser costoso. Quitar de en medio la baja calidad, los productos alimenticios en los medios profesionales y las crónicas/críticas a colegas en los medios amateurs es una labor ardua. En resumen, como en tantos otros campos, creo que hoy en día en la prensa escrita hay más cantidad y calidad que nunca, pero también es más difícil desenterrar toda esa buena producción de debajo de enorme cantidad de ruido mediático. Te apunto mis últimas gemas descubiertas: Emilio de Gorgot en Jot Down, Rafa Suñén (el cantante de Los Chicos y fotógrafo profesional, por cierto) en Ruta 66… y tú mismo. Espero que no se enfaden las viejas glorias que, por suerte, siguen ahí. Entiendo que no necesitan reivindicación ni ser descubiertos a nadie.

Pongámonos intensos. Te he leído decir: “Hasta ahora, la imagen ha sido extremadamente importante en el mundo de la música y no creo que eso vaya a cambiar próximamente.” ¿Por qué, cómo?
Aquí me pides que haga otra tesis ¡eh! Veamos. La cuestión tiene, al menos, dos ángulos. Por un lado, está el hecho de que, en la historia del rock, la estética ha sido muy importante como elemento identificador y como señal de pertenencia al grupo: tupés, melenas, flequillos, crestas; cuero, vaquero, flores; camperas, boogies, Martens, All Stars… la imagen personal forma parte de la iconografía del rock. Eso hay que trasmitirlo, mostrarlo. Por otro lado, está el asunto de dar una imagen acorde a tus aspiraciones como grupo. Ya sea muy Pro o muy DIY, eso también hay que trasmitirlo. Si quieres tocar en una sala o que te pongan una canción en una radio, tienes que enviar material (sonoro y visual) y, cuanto mejor sea, más probabilidad tendrás de funcionar. Me imagino a quien se encargue de programar música, ya sea en una sala o en un medio, seleccionando entre las decenas de productos que les envían y apuesto algo bueno a que se fija más en quien envía un vinilo de doble carpeta con un dossier con fotos chulas, que en quien envía un link a un Bandcamp, donde hay 4 canciones maqueteras y fotos de móvil. Y si en el directo del grupo hay show espectacular funcionarán las fotos tanto como el boca-oreja. Todo ello hace que la imagen haya sido importante y que lo siga siendo.

¿Nunca has pensado en fotografiar la música fuera de su espacio natural: el escenario? ¿Fotografiar el lado menos, digamos glamuroso o visible de la música?
Mmmmm… no. Hace años, Iñigo Romera (Cujo, Cancer Moon, Arana, Los Paralíticos del Ritmo; también Vudumedia como diseñador) elogió mi actividad diciendo que estoy haciendo una labor magnífica documentando la escena bilbaína y añadió que él echaba de menos fotos de fuera del escenario. Le di la razón, como te la doy ahora a ti si estás sugiriendo lo mismo con la pregunta. Efectivamente, no estoy haciendo ese tipo de fotos y serían de un gran valor, lo admito. Pero no me salen. Van un poco contra mi naturaleza. Tengo un pequeño punto paranoico con mi privacidad y lo aplico también a los demás. El ámbito privado debe ser tratado como tal y yo no creo que pinte nada en el camerino o haciendo fotos a personas que están tomándose una ronda entre colegas, aunque se dé la circunstancia de que esas personas toquen en una banda y minutos antes estuviesen en pelotas sobre un tablado. Por suerte para la historia hoy día, esa labor la hacen las propias bandas y su entorno haciéndose fotos con los móviles. Así que quedará documentado sin necesidad de mi intromisión. Por este mismo motivo, tampoco te será fácil encontrar publicadas fotos mías del público en las que haya personas reconocibles. Son un clásico y necesarias para hacerse una composición de lugar completa, pero a mí me cuesta mucho hacerlas. También me parecen intrusivas.

Coincido contigo en lo de que “la estética ha sido muy importante” en el rock. Ha contribuido a crear un lenguaje y una simbología que lo definen o que lo hacen reconocible. Pero supongo que igual que hay poses evidentes, estéticas, también hay otros gestos más naturales, incluso puede que no tan vistosos. ¿Cuál buscas tú en una fotografía? ¿Ambos? 
Yo diría que, normalmente, esa simbología, lo mismo si es ropa, accesorios y atrezzo, que si es lenguaje corporal, suele salirse por los poros y no hay que hacer nada especial para captarla. No hay que buscarla especialmente, está ahí delante, de forma constante. La cuestión es que cada concierto tiene su espíritu fotográfico, por llamarlo de alguna manera. Hay que observar un poco y ver qué lo define y de entre lo que lo define… ver que soy capaz de captar… y hacerlo.

En parte has contestado a esto antes, cuando en otras entrevistas has dicho que lo que tú haces es “Intentar reflejar lo que veo y los sentimientos que puedan surgir”. Mi pregunta es hasta qué punto tu fotografía refleja tu interpretación, tu manera de mirar, o si buscas más la objetividad, lo canónico.
Entiendo que es un mix. La fotografía refleja mi visión personal de lo que está sucediendo. Sobre lo que está sucediendo, como he dicho, no tengo control, así que lo que debo reflejar es la esencia de lo que ocurre. Dicho así, parece que no hay visión personal, pero es obvio que no todas las fotos de conciertos son iguales, así que es igualmente obvio que existe una visión personal. Existe porque cada cual ve el concierto con su propia sensibilidad y, entre el cúmulo de estímulos, cada cual jerarquiza y da más importancia a unos sobre otros. Creo que se entenderá bien con ejemplos concretos. En mi estilo, el protagonismo principal lo tiene la persona y, dentro de la persona, la cara y las manos. Son rarísimas fotos mías en las que no salga una cara y bastante raras aquellas en las que no hay una o, preferiblemente, dos manos. Ya te costará encontrar en mi archivo fotos de detalle (yo qué sé, una hebilla de cinturón, unas botas, unos tacones, flores en la cabeza, el clavijero de una guitarra,…) o músicos de espalda. Tengo, pero son excepciones. Sin embargo, esas que yo no hago son fotos posibles y necesarias y, en muchos casos, chulísimas, pero no forman parte de mi manera de ver los conciertos, en la que tiene que haber caras y manos.

Has dicho varias veces: “Fue antes la música”. De hecho, has explicado en alguna entrevista que las canciones son en tu vida más importantes que las fotografías. ¿Y en tu fotografía? ¿Es también así? ¿Es más importante reflejar el valor musical que el fotográfico?
La respuesta corta sería sí, pero no es tan fácil el asunto. Para empezar, no sé yo si soy capaz de reflejar «el valor musical», que es una abstracción doble, en una imagen, que es una concreción, pero sí es cierto que yo soy más de mostrar en las fotos lo que me transmite aquello que está ocurriendo en el escenario, más que de hacer una foto bonita, impactante o que tenga más valor por sí misma que como representación. Por supuesto, esta tampoco es una cuestión dicotómica (valor de lo representado vs. valor de la representación) se puede perfectamente captar la esencia del concierto con el máximo valor estético fotográfico: de hecho, eso es lo óptimo. Te han preguntado muchas veces sobre los nombres que crees que faltan en tu repertorio o cuál crees que es el más importante. Me llaman la atención tus respuestas: JJ Cale, Tom Waits, Rolling Stones, Eskorbuto, Rory Gallagher, Dead Moon… Mucha personalidad. ¿Te gusta la música con personalidad y actitud? Intuyo que incluso quienes solo disfrutan de las baladas de Mariah Carey responderían afirmativamente a esta pregunta. No me imagino a mucha gente diciendo que lo que le gustan son artistas ñoños indistinguibles unos de otros, ni aunque así sea. Cada cual ve algo especial en lo que le gusta y sí, claro, ese es mi caso y algunos de los que me gustan, como los tres últimos que has citado, creo que son ejemplos objetivos de músicos que han seguido su propio código, musical y vitalmente.

¿Es jodido trabajar en la noche, con tantas tentaciones alrededor?
En los conciertos de sala, de interior, y de dos o tres grupos, no es nada difícil. La tentación de hacer fotos es muchísimo más fuerte que la barra o la cháchara, que, además, hay que evitar en los conciertos, ¡que molesta! En los festivales al aire libre sí es duro, sí. Ahí el amiguismo golpea fuerte y, generalmente, acabo compaginando, a duras penas, cachondeo y fotos. Me autoimpongo alguna norma –no empezar a beber alcohol hasta que no haya anochecido, por ejemplo- para evitar el desastre. Además, por desgracia –por suerte para el tema que nos ocupa- la cerveza de los festivales suele ser muy mala y de bajísima graduación, lo que me facilita mantener la compostura.

¿Retomamos aquella polémica sobre el libro del Azkena? (Hablamos del libro conmemorativo con la historia del festival que se publicó en 2017).
En el libro hay mucha más imagen que texto y me consta que se hizo un esfuerzo consciente y explícito de contar con fotos de todos o casi todos los que hemos estado en los fosos de Mendizabala y no contar únicamente con las fotos del archivo de Last Tour. Desde ese punto de vista, creo que en el libro se nos reconoce la labor sobradamente. Otra cosa es lo contentos o no que hayamos quedado cada uno de nosotros con la selección de imágenes. Sé que unos están más contentos que otros y alguno hasta disgustado, pero eso ya creo que es otro tema. Personalmente, poca queja, creo que he salido bastante bien parado con las que eligieron mías. Los que sí demostraron poca consideración con nosotros fueron la inmensa mayoría de los medios que se hicieron eco de la publicación y la reseñaron. En casi todas las reseñas se citaron los nombres de quienes habían escrito los textos como señal de prestigio de la obra (en unos medios unos, en otros otros, según afinidad). Nadie citó el nombre de fotógrafo alguno. Creo que hubo alguna excepción, que me hicieron notar cuando lo denuncié en mis redes sociales, pero fueron eso: excepciones. Y no sé si suficientes como para usar el plural con propiedad. Los medios sí que demostraron que entienden que las imágenes son un producto de segunda.

¿Cuál fue el último concierto al que fuiste sin cámara? ¿Lo haces a menudo, ir sin tener que disparar? ¿Te sientes raro?
No lo hago, voluntariamente, nunca. Si no hago fotos es porque no me lo permiten o por accidente. Creo –o es el que me viene a la memoria- que la última vez fue uno de Mobydick en el Kafe Antzokia durante la Aste Nagusia de hace unos años. No me acuerdo muy bien de la razón. Sé que una cámara se me había averiado y estaba en reparación, pero tengo otras. No recuerdo. Lo que recuerdo es que fue una experiencia terrible. Tuve problemas para decidir dónde colocarme. ¿¡Dónde se pone la gente que no hace fotos!? Jajaja… Y se ve que elegí mal -o que no existe sitio bueno- porque sufrí esa experiencia de la que tanto había escuchado quejarse a otros: ¡tener delante a alquilen grabando todo-el-puto-concierto con el móvil en alto! Además, sufro mucho viendo fotos que no puedo hacer.

Radio Popular

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El 20 de agosto de 2015, tuve el placer de ser entrevistado por Javier Corral «Jerry» en su programa de Radio Popular. La excusa para la charleta fue le inminente inauguración de la exposición de mis fotos en La Roca.

Aquí os dejo el extracto del programa en el que participo.


BioRitmos

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En la tercera emisión de su quita temporada -28/I/2016- la webradio BioRitmos tuvo a bien incluir una entrevista conmigo entre los contenidos del progama. Aquí tenéis el podcast:


Nontzeberri

Zoaz Nontzeberri webgunera

El viernes 11 de enero de 2011, los amigos de Nontzeberri publicaron esta entrevista (sólo disponible en vascuence):

Dena Flows: “Euskal Herrian rock argazkilari asko eta izugarri onak daude”

Texto completo de la entrevista en Nontzeberri
Dena Flows: “Euskal Herrian rock argazkilari asko eta izugarri onak daude”

Bilbo inguruko rock kontzertu kasik guztietan izaten da Dena Flows argazkilaria. Lehenengo lerroan kokatzen da, musikariengandik gertu. Adats ilun eta luzea ondo loturik eta kamera prest. Tiroka hasteko erne, kliskatu eta kliskatu, ia beti flashik gabe, profesional ona den erakusle.

Bilbotarrak eskarmentu handia erakusten du rock kontzertuak fotografiatzerakoan, bere webguneko lana ikustea baino ez dago. Hori bai txalotzeko emaitza, ikusgarria bezain ona. Izan ere, Euskal Herriko taberna-zulo, areto eta jaialdietan argazkiak egiten aritzen diren argazkilarien maila “izugarri ona” da gure solaskidearen aburuz. Horietatik guztietatik, Nontzeberri.com webguneak Dena Flows nabarmendu nahi izan du. Dena dela, ez da azkena izango, atal honetara rock argazkilari gehiago ekartzeko agindua egiten baitugu. Musikarekin loturiko beste edozein jarduerak bezala, argazkigintzak ere ez du profesional gisa aritzeko diru askirik ematen. “Ez dut uste bizi daitekeenik kontzertu-argazkiak soilik egiten”. Hala ere, Dena Flowsen irudi bikainak gero eta hedabide gehiagotan ikusten dira, tartean, Ruta 66 aldizkari prestigiotsuan. Gauza bitxia, Dena Flowsek amari zor dio zaletasuna…

Zenbat urte daramatzazu kontzertuetan argazkiak egiten? Nondik datorkizu zaletasun hori?
Ia 12 urte. Móstolesko FestiMad-en hasi nintzen 1999ko maiatzean. Argazkigintzarako zaletasuna amari zor diot. Nerabea nintzela, gajoak ikusi zuen bide okerretik nenbilela eta, ni parrandatik aldentzeko edo, argazkigintza ikastaro batean eman zuen nire izena. Gustura hasi nintzen, baina laster bueltatu nintzen lagunekin tabernetara. Oinarriak, berriz, han jarriak nituen. Orduko neska-lagunak, kazetaria bera, FestiMaderako akreditazioak lortu zituen biontzat. Nirea argazkilari-akreditazioa zen. Hura aprobetxatu nuen eta argazki batzuk egin nituen kontzertuetan. Argazkiak Belén Mijangos El Tubo aldizkariko zuzendariaren eskuetara heldu ziren beste lagun baten bidez. Argitaragarriak iruditu zitzaizkion eta, hori eginda, nire “karrera” piztu zen. Nolanahi ere, esaten duzu orain ari zarela inoiz baino gehiago hedabideetan ateratzen, alegia, argazkigintzarekin loturiko eskaera nahikotxo dituzula, izan ere, ez baitzara honetaz bizi, ezta? Ez, ez naiz honetaz bizi. Zaletasun dut argazkigintza. Izan ere, ez dut uste bizi daitekeenik kontzertu-argazkiak soilik eginez. Honetaz bizi ahal izateko beste hainbat gauza egin behar izaten duzu derrigorrean: egunkari/aldizkari batean aritu (lanegun osoan), estudioa jarri, publizitatea, CDen azalak egin… horrelako kontuak. Kontzertu argazkientzat soilik, ez dago eskaera nahikorik. Nik egindakoek bizio batzuk ordaintzeko baino ez dute balio. Horien artean, argazki ekipoa bera.

Rockarekin lotutako enkarguak soilik jasotzen dituzu?
Wrestling-ena izan ezik, orain arte bai. Gustura onartuko nituzke bidaiei edota arkitekturari lotutako lanak. Bai horixe!. Baina ez zaizkit heldu. Egia esan, nik neuk ere ez dut ahalegin handirik egin arlo horretan sartzeko. Horrez gain, garai batean, lagunen ezkontzak ere egin nituen, opari gisa, baina nekatu egin nintzen, eta, orain, oso bereziak ez badira, ez dut horrelakorik onartzen. Gainera, nire estiloa ez da batere formala eta bikoteari ere gustatu behar zaio.

Azken horretatik tiraka, zure lana rockaren arloan kokatu ohi da, baina zure webgunean bidaiekin zerikusia duten lanak ere ikusi ditugu. Non gozatzen duzu gehiago?
Oso bestelako amodioak dira. Gozatu, bietan gozat zen dut izugarri. Hori bai, erosoago nago kontzertuetan. Eskarmentu handiago daukadalako, batez ere. Astean bizpahiru kontzertu egiten ditut; eta urtean zehar, bizpahiru bidaia.

Kontzertuetan argazkiak ateratzeko orduan non jartzen zara? Arazoak izan dituzu toki egokiak lortzeko? Toki handiak ala txikiak nahiago dituzu?
Musikariengandik ahalik eta gertuen. Duda barik, toki ertainak dira onenak. Leku handienetan, urrutiegi jartzen gaituzte; gainera, normalean, talde garrantzitsuak dira eta baldintza gogorrak ezartzen dituzte. Leku txikietan, aldiz, baliabide teknikoak falta dira gehienetan, argiak bereziki. Leku ertainetan, normalean, behar dugun guztia topatzen dugu: gertutasun nahikoa, agertoki aproposa eta argiak.

Zein motatako ekipoa erabiltzen duzu zuzenekoetan?
Reflex bat (Canon EOS 5DII) eta hiru objektibo finko (24, 50 eta 100 milimetrokoak). Toki handietan, 70-200 zooma erabiltzen dut. Flashak ere erabiltzen ditut, baina oso gutxitan: bakarrik leku ilunenetan eta kameratik kanpo jar ditzakedanean.

Argazkigintzari esker musikari asko ezagutu dituzu? Zer nolako harremana izaten duzu haiekin?
Ez pentsa. Saiatzen naiz diskretua izaten eta ez zait batere gustatzen “eszena”koa izatea. Ez naiz sartzen aldageletan eta ez naiz irteten parrandan musikariekin. Nahiago dut neure erara ibili. Horrek ez du esan nahi alde egiten diedanik, e!, baina hoberen ezagutu ditudanak, eta, ondorioz, lagun direnak, ez ditut ezagutu argazkiei esker. Dena dela, harreman ohikoena emailez egiten da eta, gehienetan, argazkiak eskatzekoa da. Besterik ez.

Kontzertuetan gero eta kamera eta flash gehiago ikusten ditugu, baina zuzenekoetan argazki onak ateratzeak bere zailtasunak izango ditu, ezta? Zeintzuk dira zailtasun horiek?
Zailena da gustua, irizpidea, heztea. Zer argazki diren onak eta zeintzuk diren zaborrontzira botatzeko modukoak. Hortik abiaturik, zailtasun teknikoak ere badaude (mugimendua eta argi falta dira nagusiak), baina, aurrekoa bermatuta, horiek erraz asko menderatzen dira. Praktika baino ez da.

Zeintzuk dira zure rock argazkilari kutunak?
Seguru asko harrituko zaitu, baina kontzertu-argazkilari gutxi dauzkat nire kutunen artean. Egon badaude, jakina, klasikoak zein garaikideak: lehenengo multzoan, besteak beste, Jim Marshall, Bob Gruen eta Herman Leonard (izugarria!); eta, bigarrenean, Lyle A. Waissman eta Paul Bergen datozkit burura.

Zer nahiago duzu disko on bat edo argazki on bat? Eta zein izan da zure azken kontzertu gogoangarria eta zein izango da hurrengoa?
Zorionez entzun eta ikusi aldi berean egin ditzakegu: ez dago aukeratu beharrik. Hala ere, kantak garrantzitsuagoak izan dira nire bizitzan. Argazkirik gabe bizi naiteke; musika barik ere, bizi naiteke, bai, baina askoz txarrago. Azken kontzertu gogoangarria, hain zuzen ere, azkena izan da: Maika Makovskirena. Neska horren maila izugarria da. Eta berari argazkiak egiten benetan gozatu egiten da. Hurrengoak, The Sparteens, The Wornouts, The Cubical, Ian Anderson eta abar, eta abar, eta abar izango dira. Aipatzeko modukoak izango diren ez dakit. Ikusiko dugu.

Euskal Herrian rock edo musika argazkilari onak badaudela uste duzu? Aipatuko zenituzke batzuk?
Izugarri onak eta ugariak. Lehia (zintzoa) izugarria da. Aipatzen hasten banaiz, bat baino gehiago ahaztuko dudan beldur naiz, baina tira, saituko naiz (askoren abizenak ez dakizkit): Belén Mijangos eta Pablo Cabeza klasikoak, eta La máquina de huesos, Stuart MacDonald, Borja Hortelano, Guillermo Urkijo, Oscar Bedwyr, Donca, Tom Hagen, musikota, musifota, hell-yeah, aierttt, Jon Iraundegi… Guztiek egiten dituzte inbidia eragiten didaten argazkiak. Eta bat baino gehiago ahaztu dudalakoan nago.

Viajes, Rock y Fotos

Viajes, Rock y Fotos

El 17 de mayo de 2011 publicaron esta entrevista en Viajes, Rock y Fotos:
Dena Flows, la fotografía sonora

Texto completo de la entrevista en Viajes, Rock y Fotos
Dena Flows, capturando el instante

Cuando veo la galería de Dena Flows no sé qué me gusta más si la música o la fotografía. No distingo entre artes plásticas o sonoras, entre colores y acordes, entre gestos y riffs, entre vibración y emoción. A la hora de crear fotografía no se puede ser tibio. No son creativas las medias tintas. Cuando uno se cuelga la cámara y apoya el ojo en el visor, o se quiere al sujeto o se odia. Eso es lo que diferencia una foto anodina de una obra.
Este bilbaino muestra en su obra una admiración por los clásicos fotográficos pero también un gran bagaje musical, es lo que hacen explosivas sus fotografías. Las publicaciones musicales se nutren de las creaciones de Dena Flows, numerosísimas. Ser portada del Ruta66 un mes sí y al otro también no apacigua su pasión por el septimo arte, sino que le insufla aliento. El que necesita para continuar mostrándonos su partitura a través de la imagen, sus canciones en forma de 3×2 y su ritmo a través de los elementos dentro del encuadre.
Autor prolífico, que ni trabaja en el mundo fotográfico ni vive de utilizar la cámara, también se mide en los viajes y en el wrestling. Dos disciplinas en las que se impone una inmerecida modestia que se desmiente al ver sus brillantes imágenes de muchos rincones del mundo y las esculpidas formas que consigue al retratar el cuadrilátero.
Ladys and Gentelmen….Dena Flows.

¿Como fueron tus comienzos en la fotografía hasta llegar a ser uno de los fotógrafos más reconocidos de España en fotografía de conciertos?
Es difícil saberlo. La primera cámara que recuerdo como propia fue un regalo de primera comunión. La recuerdo perfectamente: una Agfamatic pocket sensor. De hecho la recuerdo con precisión tanto por fuera como por dentro, puesto que la utilicé más como un mecano que como una cámara de fotos. Es lo que tiene la infancia. Quizá ahí se plantó la semilla, pero no creo que germinase. Años después, en la adolescencia, a mí madre le jamó el coco un “vendedor de cursos” y me apuntó, -con mi consentimiento, eso sí- a un curso de fotografía… que no conseguí acabar. No llegué ni a la mitad, la verdad sea dicha. Creo, no obstante, que ese sí que fue el momento en el que germinó aquella semilla. Lo dejé porque, por aquel entonces, prefería gastar mi dinero en beber y juerga adolescente que en cámaras, carretes y revelados, que no eran precisamente baratos. En todo caso, ahí tuve mi primer contacto con los conceptos técnicos y sobre composición y creo que puedo decir que se me quedaron grabados. Aún conservo el material (muy obsoleto) de aquel curso. En el año 89, con 19 años, haciendo el Camino de Santiago, tiré el último carrete de aquella época… carrete que, a día de hoy, no he revelado. Pasaron 10 años sin hacer fotos, ni siquiera en vacaciones, hasta que la casualidad me llevó de nuevo a la fotografía. Mi novia de por aquel entonces, periodista, consiguió acreditaciones de prensa para acudir al FestiMad 1999. Siendo una de ellas para hacer fotos, aproveché aquella oportunidad. Las fotos, ciertamente, fueron muy malas. Viéndolas hoy sólo salvo una, y por cariño más que por calidad, una de Skunk Anansie. La cadena de casualidades siguió puesto que algunas de aquellas fotos llegaron a ser vistas por Belén Mijangos, a la sazón, factotum del periódico musical El Tubo y algo debió ver en ellas porque me ofreció hacer fotos para su publicación. En aquel momento me entró una auténtica voracidad de conocimiento. Supongo que un deseo de recuperar el tiempo perdido. Me leí todos los libros sobre técnica fotográfica que había en las librerías de Bilbao, páginas web, foros de internet, grupos de news (en es.rec.fotografia aprendí muchísimo); compraba, todos los meses, todas las revistas fotográficas que se publicaban en España… algo exagerado. En pocos meses llegué al punto en que la técnica que enseñaban en las revistas se me quedaba corta y, en poco más, lo que llegué a saber resultaba más que suficiente para las fotos que yo sacaba/saco. Desde entonces, con la técnica ya asimilada –hasta la llegada de la fotografía digital-, me he dedicado más a ver que a aprender metódicamente, con la esperanza de que algo del ojo de los buenos se me pegue. La introducción de la fotografía digital me ha obligado a “traducir” algunos de mis conocimientos. He abandonado por un tiempo la “tranquilidad técnica” en la que me encontraba y me he visto obligado a reaprender algunas cosas… todas ellas menores, la verdad sea dicha. El proceso, francamente, no ha cambiado tanto.

¿Fue antes la música o la fotografía?
Yo creo que la música. La música la recuerdo presente en mi vida, y sin ausencias, desde que tengo uso de razón. La fotografía, como ya he dicho, vino y se fue para volver años después. ¿A quién le hiciste la primera sesión de fotos en un concierto? La primera cámara “seria” que tuve fue una Minolta x700 prestada. Con ella hice las fotos del primer grupo al que fotografié, pero no me acuerdo de cuál fue. Supongo que con mirar el horario del FestiMad de 1999 podría saberlo, pero me da mucha pereza 🙂

¿Con qué equipo cuentas ahora y a quién has hecho la última foto?
Ahora mismo mi cámara habitual es una Canon EOS5DII. ¿por qué? Porque no me llega para una 1DsMkIII, que sería mi sueño actual (o la IV, que saldrá dentro de poco, supongo). La verdad es que he trabajado con un montón de cámaras y casi nunca las he escogido con criterios racionales. Dentro de lo suficientemente bueno, siempre he elegido emocionalmente. Eso sí, una vez comprada la primera (Canon EOS5) seguí en el mundo Canon (EOS3 ->EOS5D->EOS5DII). Bueno, creo que sí hay un criterio: son las más caras, dentro de la marca, que me podía permitir en cada momento. Esas son las cámaras con las que voy a los conciertos. Cámaras suficientemente robustas y de altas prestaciones. Los objetivos que más uso hoy día son un 24/1,4; 50/1,2 y 100/2. Lentes fijas de alta luminosidad. A los festivales (escenarios grandes) llevo un 70-200/2,8. Para otros usos he ido haciendo un equipo, basado en “criterios románticos”, que se compone de dos Fujis 690 (formato medio 6×9), una canon T90, una Canon F1n, y otras que merecen menos mención. Lo que sí doy por cierto, de todas formas, es que he abandonado por completo los carretes desde que tengo una réflex digital. Por completo. En el momento de escribir ésto, lo último que he hecho ha sido una sesión de estudio para el grupo Kalte (para el artwork de un CD) y a Azzhuaia junto a Shisha Pangma. Todo ello el mismo día. Pero para cuando ésto salga publicado, ya habré asistido a Bellrays, Charlatans y Jesse Malin por lo menos.

También en tu galería cuentas con sensacionales fotografías de viajes y de deportes como el Wrestling, aunque tu trabajo se ha reconocido sobretodo dentro del campo de la fotografía de conciertos o musical. ¿En qué faceta te encuentras más cómodo?
En los conciertos, sin duda. Aunque intento aprender cosas nuevas, ya tengo las bases bien cubiertas y me siento muy cómodo haciendo este tipo de fotos. En los viajes tampoco tengo problemas, pero porque asumo que soy un fotero vacacional. Soy consciente de que este tipo de fotos, para hacerlas con un nivel de excelencia, hay que hacerlas documentándose, pasando tiempo en el destino, madrugando y cargando con mucho equipo. Como normalmente no hago ninguna de esas cuatro cosas, tampoco me auto-exijo tanto. En el wrestling nunca llegué a estar 100% cómodo. Es un deporte que no domino y ello me provoca muchas inseguridades. Nunca sé con seguridad si lo que estoy captando es lo realmente importante de la pelea. Debo ceñirme al aspecto estético y no tanto al informativo. Por suerte, el wrestling es más estética que otra cosa, lo que ayuda mucho. Dicho todo ésto, debo añadir que me lo paso bomba también haciendo fotos de wrestling y que los promotores que me encargaron el trabajo quedaron muy satisfechos. ¿Crees que en fotografía es mejor centrarse en una categoría: viajes, deportes, etc. o es mejor tener un estilo y aplicarlo a todas las facetas posibles?
Ni idea, la verdad. Supongo que especializarse es una buena forma de lograr la excelencia, pero la vida da para mucho más que para una faceta fotográfica. Lo de tener un estilo, supongo que es inevitable. Para bien o para mal. Quiero decir que, cuando lo tienes, ahí está, presente en todo lo que haces. Si no lo tienes, probablemente no haya manera de conseguirlo.

¿Qué fotografos, pintores, cineastas….han influido en ti a la hora de coger la cámara y mirar a través del visor?
La verdad es que ninguno de mis fotógrafos favoritos se dedicó ni a los conciertos ni al paisaje urbano, así que no creo que ninguno de ellos me haya influido. Me gustan mucho los clásicos de la fotografía de glamour: Richard Avedon, Helmut Newton y, el que más, Herb Ritts. También “clásicos actuales” de ese estilo como Rankin. Y mi fotógrafo preferido es Jan Saudek. Como ves, ninguno de los nombrados tiene que ver, en absoluto, con lo que hago. Y el que menos de todos, precisamente mi preferido, Saudek. Así pues, creo que no existe ninguna influencia consciente de otros fotógrafos en mi estilo que, por otra parte, es de un clasicismo supino, así que tampoco es que requiera muchas influencias.

¿Cómo afectan los adelantos tecnológicos y de comunicación con Facebook o Twitter a tus fotografías y su difusión?
A mis fotografías absolutamente en nada. En cuanto a difusión muchísimo. No tanto facebook, que no tengo, ni Twitter, donde no tengo más que tres docenas de amigos, como la web y el, ahora un poco abandonado, blog. La web es la ventana de mis fotos al mundo y, además, la forma en que mi vanidad de fotógrafo se ve apaciguada. Si no tuviese la web para mostrar mis fotos a montones de personas, seguramente regalaría mis fotos en contextos en los que ahora cobro. Las regalaría por la ilusión que me haría ver mis fotos en publicaciones, en discos, en promos. Con la web, no tengo esa necesidad de mostrar mi trabajo y puedo permitir decir “no”, con tranquilidad, a quien me pide gratis mi trabajo. Por otra parte, flickr sobre todo, me vale para ver las fotos de otros muchos fotógrafos de conciertos, lo que es doblemente positivo: me sirve para aprender y para no dormirme en los laureles, que por detrás vienen arreando.

¿Cuáles son los trabajos de los que más satisfechos te encuentras, bien sea por la dificultad que entrañaron, por los resultados obtenidos, por algún rasgo sentimental a la hora de realizarlo, etc.?
Durante casi 11 años he fotografiado más de 2000 conciertos; más de 1200 grupos; el total de fotos de mi web pasa de las 10.000. Me es completamente imposible responderte a esa pregunta. Pero bueno, por no dejarte en blanco, voy a intentar responder de alguna manera. Hablaré de tres conciertos y, así de paso, te cuento un par de anécdotas. El primero de ellos fue la primera vez que vi a Corey Harris. Éste es especial en lo emotivo. En aquel entonces yo estaba pasando una mala racha personal y el concierto fue muy emocionante. Lo fue per se, todo el mundo lo sintió, pero yo, dadas las circunstancias, lo viví con especial intensidad. El segundo fue especial, digamos, por lo dificultoso y peligroso. Fue la primera vez que tocaron los Stooges en el Azkena Rock Festival, en el año 2003. Aquel, en su momento, se suponía que sería una ocasión única, algo muy especial. Yo, incluso, cambié las fechas de mis vacaciones para poder asistir. El día del concierto tomé una de esas decisiones de las que te arrepientes por completo. Decidí colocarme en la primera fila del público en vez de en el foso con el resto de acreditados. Creí que así podría hacer fotos durante todo el concierto en vez de sólo tres canciones. El caso es que, cuando empezó, aquello se convirtió en un infierno del que temí no salir vivo. La presión contra la valla era tremenda y yo tenía que cuidar de mi cámara, además de mi propia integridad. A pesar de todo, hice fotos y un par ya salvo de aquel pandamonium: 19 AzkenaRF03 Iggy Pop & The Stooges13 AzkenaRF03 Iggy Pop & The Stooges El tercero es el más reciente, también en el Azkena, pero en la última edición, este mismo año. La cuestión es que hice, absolutamente sin querer, una de las fotos más espectaculares que he hecho jamás. La foto es un recorte, bastante extremo además, de otra foto. No exactamente de ésta que, como ves, también tiene el reflejo en las gafas, pero de otra casi idéntica. Bueno, con ella nos damos cuenta de que, en ocasiones, la suerte juega un papel importante en los resultados.

Antes de terminar, algún grupo que sueñes con fotografiar y algún lugar al que quieras viajar con la càmara.
Hay varias “cuentas pendientes” en mi carrera. Casi todas ellas tienen más que ver con el hecho de que me gustaría ver a esos músicos, independientemente de poder fotografiarlos. La mayor que se me ocurre ahora es JJ Cale. Otra gran cuenta pendiente es Tom Waits, cuya acreditación me retiraron en el último momento, después de tenerla concedida, porque el tour manager puso un límite de fotógrafos. Tampoco he hecho fotos a los más grandes: los Rollings Stones; si bien, a estos me habría gustado fotografiarlos en los primeros 70; ahora, me gustaría pero ya no es tan imprescindible. En cuanto a lugares, como gran admirador que soy de los rascacielos, Dubai es la ciudad que más me llama la atención. Pero hasta que no la acaben, no pienso ir. Y parece que van para largo. Danos algún consejo a los fotógrafos que empezamos… Sed los peores enemigos de vuestras propias fotos.

Canal Extremadura Radio

La segunda fue en la radio. En el Canal Extremadura Radio; concretamente, en el programa «Papelera de reciclaje». Han quitado el podcast original, así que lo cuelgo aquí mismo:

La entrevista empieza en 00:24:30

Focal Rock

focalrock

La primera, en formato escrito, apareció en el webzine fotográfico-musical FocalRock. Desgraciadamente, ha desaparecido, pero he podido recuperar el texto gracias a The Web Archive. Aquí lo tenéis:

Texto completo de la entrevista en Focal Rock
Estrenamos una sección que teníamos muchas ganas de lanzarla. Nos estrenamos con un compañero de foso de muchos de nuestros usuarios y que nos ha enseñado mucho: Dena Flows. Un fotógrafo que ha llegado hace poco a pertenecer al equipo de los fotógrafos del famoso y prestigioso festival ViñaRock. Aquí tenéis la entrevista, un tanto ligth para que le conozcáis.

1-Cuánto tiempo llevas dedicado a la fotografía de directos?¿Antes de empezar a sacar fotos de conciertos eras aficionado a la fotografía?
8 años va a hacer en la próxima edición del FestiMad. En su edición de 1999 empecé. Sí, pero prefería la juerga y no me llegaba para las dos cosas. Es lo que tiene la juventud.

2- ¿Has aprendido en alguna escuela o eres autodidacta?
Autodidacta. De adolescente estudié las bases de forma «reglada» en un curso al que me apuntó mi madre, supongo que para sacarme de la mala vida de adolescente juerguista, pero no llegué ni a acabarlo. Después, cuando empecé más seriamente con los conciertos, me empapé de todo lo que se puso delante de mis narices: revistas, libros, foros, webs,… pero todo por mi cuenta.

3-¿Tu primera cámara?¿Tu equipo actual?
Si te refieres a la primera-primera-primera, allá por la niñez, una Agfamatic Pocket Sensor. La usé más para destriparla que para hacer fotos. A ese FestiMad del que te hablo llevé una Minolta x-300s. Prestada. Mi cámara actual es una Canon EOS 5D.

4-¿Tienes algún-a fotógraf@ como referente?
No, como referente no, la verdad. Admiro a unos cuantos, pero referente no. Alguna vez he intentado versionear fotos de Xabi Mercadé y de Belén Mijangos, pero no lo he conseguido. Mis preferidos actuales son el chicagüense Lyle A. Waissman y el holandés Paul Bergen.

5- Has publicado en tu web un tutorial muy detallado sobre fotografía de conciertos, faltaba información al respecto?¿Necesitabas explicar tus conocimientos?
Como te he contado antes, cuando me puse serio con lo de las fotos de conciertos, busqué información por todas partes. Uno de los sitios donde más aprendí por aquel entonces era el newsgroup «es.rec.fotografia». Allí formamos un grupo muy colaborativo y cada cual aportaba lo que podía/sabía a los demás. Había gente con conocimientos muy profundos de la técnica (alguno colaborador habitual de publicaciones y con libro de técnica en el mercado) y auténticos artistas con la cámara. A mí, lo que se me daba bien eran los conciertos y era el único tema en el que no trabajaba nadie más, con lo que yo era, sí o sí, el que más sabía. El tutorial lo redacté para compartirlo allí y, por supuesto, estando en Inet, para todo el que le viniese bien, claro.

6-¿Te acuerdas del primer concierto que cubriste?¿Nervios?¿Sigues teniendo nervios antes de que empiece un concierto?
Pues el ya mencionado FestiMad del 99. La verdad es que aquello era una especie de regalo y, ciertamente, tampoco tenía mucha idea. No sabía ni que había carretes de distintas sensibilidades. Yo me fijaba en lo que veía a los foteros que parecían más profesionales (al FestiMad, desde siempre, ha ido de todo) y para la segunda jornada fuí a todo correr a comprar carretes de 800iso. Ya ves. Nervios no suelo tener. Únicamente cuando las fotos son encargos y hay que sacar algo publicable a la fuerza.

7- ¿Vives de la fotografía? ¿Cuándo diste el paso de amateur a profesional?
No vivo de la fotografía. Nunca dí ese paso.

8 -¿Qué te ha aportado la fotografía?
Pues como ha resultado que este campo concreto de la foto de conciertos se me da suficientemente bien como para obtener reconocimiento y que me encarguen cosas, pues eso: el ego subido. Aunque soy muy tímido y tal y paso un mal rato cuando me adulan, y no sé qué responder, está claro que gustarme me gusta. Supongo, por otra parte, que es una especie de suerte dar en la vida con algo que se te da bien y poderle meter horas, aunque sea como hobby. Si sacase con ello para vivir sería ya el no-va-más, claro.

9- Has trabajado en varios festivales(EWE, Purple Weekend, Wintercase, Azkena Rock, Bilbao Live…) y en muchos conciertos. ¿Hay buen rollo entre los fotógrafos?¿Has hecho amistades?
Bueno, EWE no es un festival. Es una promotora de eventos de Wrestling. Otro enmbolado en el que me metí y del que salí bastante contento. Bueno, en todo caso, sí, en general sí hay buen rollo entre fotógrafos. Lógicamente, hay grupos de foteros locales en cada ciudad que se llevan mejor (y, supongo, también peor) entre ellos pues coinciden más a menudo, pero, en general, yo encuentro buen rollo sí. Amistad es una palabra muy gorda para describir lo que sale del mundillo, pero buen rollo sí, con varios.

10-¿En que medios se ha publicado tu trabajo?
Entre los publicados con y sin mi consentimiento ya he perdido la cuenta, sobre todo si contamos sitios web. En papel empecé en El Tubo, seguí, por mi cuenta (y con la de mi amigo Edu Múgica) en In Focus, ahora la relación más cercana la tengo con el Ruta66, pero también han salido fotos mías en el Popu, en MondoSonoro, en Heavy Rock, El Correo…

11-Firmas todas las fotos que cuelgas, nunca se sabe donde pueden acabar…qué opinas del copyleft/copyrigth en la fotografía?
No estoy yo demasiado metido en ese ajo, la verdad, pero creo que mi filosofía personal al respecto va por el mismo camino. Por lo que a mí respecta, las fotos de mi web las puede usar cualquiera que no gane dinero con ellas (incluyo en ello hacerse promoción), siempre y cuando me cite como autor y ponga el link de mi web como fuente de la foto. Creo que, dicho ésto, parece que estoy bastante de acuerdo con el tema del copyleft, creative commons o cualquier otra filosofía de este tipo.

12- -¿Esta valorado el trabajo que se hace detrás de la cámara? ¿como crees que se podría valorar más?
En lo «artístico», por decirlo de alguna manera, que yo soy muy reacio a ese concepto, creo que sí. Y, al revés de lo que piensan muchos, que dicen que con lo digital ahora cualquiera hace fotos y no sé valora, yo creo que es al revés. Como hay tantísima gente haciendo fotos, se ve tal cantidad de fotos malas y resulta tan aburrido ver lo que la mayoría de la gente pone en sus fotologs, webs, webzines, etc., que las fotos realmente buenas destacan. Al menos a mis ojos y yo creo que al del común de los mortales, también. En lo económico todo lo contrario. La mayoría de la gente se cree que ésto es barra libre. «oye, ya me pasarás unas fotos» te dicen una y otra vez, así como quien no quiere la cosa. Montones de grupos, no ya gente del público, sino miembros de grupos se han interesado por mis fotos y cuando les he dicho que tienen precio (sin entrar en cantidades) han desaparecido del mapa. ¿cómo mejorarlo?… pues yo creo que está en nuestras manos, en la de los fotógrafos: no dándolas gratis nosotros. Siendo nosotros los primeros que valoremos lo que hacemos. Si todos los que hacemos fotos de calidad profesional les ponemos a las fotos precio profesional, al final eso es lo que se valorará y el que las quiera/necesite, tendrá que apechugar o conformarse con una foto hecha con la cámara del celular para la portada de su revista, disco, la pared de su habitación… o lo que sea, vamos. Sé que este tema es más complicado, y que hay muchos matices que añadir a lo que digo, pero el trazo gordo debe ser ese: primero valorar nosotros lo que hacemos.

13- ¿Realmente es esencial una imagen acompañando al disco o crees que un grupo sin imagen puede llegar lejos?
Hasta ahora, la imagen ha sido extremadamente importante en el mundo de la música y no creo que eso vaya a cambiar próximamente.

14 ¿Has tenido algún parón profesional?
Como no he tenido arreón, tampoco parón.

15- Crees que se ha perdido algo de romanticismo con lo digital?
Lo habrá perdido para lo que sienten nostalgia. Yo no la siento. El acto de fotografiar no ha cambiado con las cámaras digitales. Aún hay que acertar el momento, encuadrar bien, medir la luz, … el «acto fotográfico» sigue siendo como era. En realidad, la tal revolución no creo yo que haya sido tanta. No veo yo que los que en químico eran buenos hayan perdido sus habilidades, ni viceversa. Por otra parte, las nuevas generaciones de fotógrafos han «nacido» directamente al mundo digital. Para ellos la nostalgia (que es lo que se confunde con romanticismo) no tiene sentido.

16 – Consejos para alguien que quiera hacerse profesional.
No sé. Supongo que el camino es dedicar a la labor profesional estricta (agenda, contactos, mimo de clientes, política de precios, buscar hueco en el mercado, etc., etc.,…) una buena parte del esfuerzo que metes a la fotografía. Es justo lo que yo no he hecho. El 100% de mis esfuerzos se ha dirigido a sacar fotos. No he metido ni un minuto en hacerme un «lugar en el mercado».

17- Algún truco confesable para mejorar una foto de directo….
Mi técnica es extremadamente tradicional, no tengo trucos que no aparezcan en los manuales. Hacer miles de fotos y, sobre todo, ser muy crítico con ellas, aplicando el criterio que obtengas de ver otras miles hechas por otros, creo que es el camino más eficaz. La técnica necesaria, es la de los manuales. La normal, vamos: encuadre, enfoque, apertura, velocidad,… click. Gracias por el interés mostrado. Y visitad mi web y compradme muchas fotos, je… www.denaflows.com