El autor de la reseña fue Sachs Le Loup y la foto de la portada aparece aquí tal y como se publicó en papel, esto es, en blanco y negro.
En el mismo reportaje incluímos también una reseña de disco, una entrevista y una crónica de concierto.
Pinchando aquí podéis acceder al archivo PDF del fanzine tal y como se publicó en su día.
Uno siempre ha sentido una debilidad especial por todo lo que han hecho este par de todoterrenos del roquerío hispano. Han dado a la luz sus discos con sus varias bandas (King Putreak, The Vientre y Huevos Canos), publicado ensayos, guías y libros varios a caballo entre la ficción y no-ficción (“De espaldas al kiosko”, “Nadie come del aire” y «Buitre no come alpiste”), han fanzineado desde “Espurriando Legajos”, han rodado vídeos de músicos varios (Manu Chao, Porretas y Reincidentes) y escrito biografías de grupos, como la de Boicot o esta que nos ocupa, Enemigos.
“Dentro”, toma como referencia el trabajo que Ignacio Juliá hizo sobre Lou Reed y está estructurado en capítulos que cuentan las diferentes etapas del grupo a la que se añaden los comentarios, en primera persona, de los miembros de Los Enemigos y coadláteres varios. Este enfoque permite constatar perfectamente las contradicciones en las que pueden incurrir los integrantes de una banda, de cualquier banda. Ahí se ve las diferentes opiniones acerca de un tema determinado, de un disco, de la convivencia en momentos altos y bajos, de conciertos determinados, es decir, de todo lo que rodea a un grupo de Rock.
Otro aspecto positivo es descubrir, dentro del mero aspecto biográfico, la explicación a ciertos versos o letras abstrusas de Josele Santiago, como en el caso de “¿No amanece en Bouzas?” o el desgarrado origen de algunos temas emblemáticos como “Septiembre”. “Dentro”, presenta, asimismo, muchísimo humor, tanto de sal gorda, en el caso de esa anécdota en las oficinas de la productora El Deseo, como simplemente geniales, léanse las rocambolescas historias referidas a Artemio.
Respecto al controvertido tema de las drogas es afrontado desde la autocrítica con valentía ejemplar la cual se torna en lucidez cuando se trata el presente. “La cura de desentoxicación no tiene por qué implicar un cambio de convicciones profundas en cuanto a tu visión del mundo, aunque sí en cuanto a tu visión de ti mismo; pero no tienes por qué salir hecho un monje; vale que yo me desentoxico de la heroína, pero tal como están organizados la sociedad y el mundo, me sigo declarando en contra de casi todo, por no decir de todo.”
Junto a todo esto aparece un detallado análisis de la discografía de los de Malasaña que aporta nuevas claves para su mejor apreciación, cosa que sin duda agradecerá esa curiosa secta que conformamos los seguidores enemigos. Además, en el capítulo de colaborciones destaca el prólogo de Diego Manrique, todo un tratado resumido, un manifiesto, una declaración de principios acerca de lo que debe ser en actitud un auténtico grupo de Rock & Roll.
Por lo demás, solo queda esperar el nuevo asalto de los Kikes, en este caso un libro de conversaciones con Julián Hernández de Siniestro Total, lo que sin duda será jugoso.