Los Enemigos (Kafe Antzokia, Bilbao,12/V/2001)

In Focus nº 2
Esta crónica de concierto de Los Enemigos se publicó en el fanzine In Focus nº2, en 2001.

El autor de la crónica fue Sachs Le Loup y la foto  aparece aquí tal y como se publicó en papel, esto es, en blanco y negro.

En el mismo reportaje incluímos también una reseña de disco, otra de libro y una entrevista.

Pinchando aquí podéis acceder al archivo PDF del fanzine tal y como se publicó en su día.

Antes que nada, fue una pena que para su concierto de Bilbao Los Enemigos no se hubieran traido a sus teloneros en Donosti, los baracaldeses Arde Asia, combo al que seguimos la pista desde que hace un par de años editaran una soberbia demo.

Josele Santiago -cantante y guitarrista de Los Enemigos- según apareció en el fanzine In Focus 2 (2001)

Josele Santiago -cantante y guitarrista de Los Enemigos-

La última vez que vi a los de Malasaña fue con la gira de “Nada” en el Bilbo Rock; fue un concierto notable y estaban en plena grabación de la banda sonora de “Se buscan Full Montis”. En el concierto de presentación de “Obras Escocidas” tocó el bajo Miguel Bayón de Los Marañones quien sustituía a Fino Oyonarte por enfermedad. El Kafe Antzoki estaba petado, de la misma forma que el Palladium con la actuación de Lou Donaldson, mientras que el Azkena estaba totalmente vacío con los interesantísimos Fang. Abrieron con “Paquito” para soltar el primer zurriagazo emocional con “La otra orilla”. A partir de ahí fue un continuo salto entre la tonada más gárrula y los temas más intensos. Entre el público mucho freak y mucho fan enardecido que atacaba como podía los difíciles estribillos de Los Enemigos. Estos nos recordaron a “An-tonio”, preguntaron por “John Wayne”, saludaron a “Florinda” y se defendieron del “Ataque de los hombres Bruster”. También estuvieron “Septiembre”, “Qué bien me los paso”, “Desde el jergón”, etc. El cuarteto se mostró en plenitud. Manolo, perfectamente integrado como el enemigo que es, Miguel Bayón ejerció como un notable bajista al adaptarse rápidamente a las complejas estructuras de los temas enemigos y nos tocó la fibrilla con “Cómo es” en la voz, mientras que a Chema no le hizo falta lucirse en “Ná de ná” (única ausencia injustificada del repertorio) para demostrarnos su buen hacer. En cuanto a Josele, pues eso, lo que se esperaba, en el mejor momento que se nos encontraba el chaval, tanto a la guitarra como a la voz, esa voz arrastrada con modulación maki que solo él sabe poner. El resultado, hora y tres cuartos de intenso rock emocional.