[OffTopic]. Javier Ortiz. Columnista. 28 de abril, 1948-2009 1

Hoy hace un año de la muerte del “periodista de opinión” Javier Ortiz. Hace 365 días yo no tenía blog y no pude unirme a los muchos homenajes que recibió, así que aprovecho la triste efeméride para rendir el mío.

No soy capaz de recordar que el fallecimiento de una persona desconocida me hubiese afectado tanto antes del de Javier Ortiz. Claro que resulta discutible tildar de “desconocido” a alguien cuyas reflexiones (trufadas de anécdotas personales) he leído, dia sí, día también, desde que descubrí sus columnas en El Mundo del País Vasco. De aquello hace ya muchos años y, desde entonces, ya sea en prensa escrita, ya sea en su blog personal, le he seguido cual perro faldero, faltando a la cita únicamente cuando el propio Javier lo hizo, es decir, el día de la muerte de su madre.

Se suele decir que nos gustan los columnistas en la medida en que vemos nuestras opiniones reflejadas en sus escritos. Nos enganchamos a aquellos que ponen en ordenados, pulcros y bonitos píxeles aquello que nosotros mismos pensamos. En la mayoría de los casos, aunque no siempre, así es; y en lo que respecta a mi relación con las columnas de Javier Ortiz puedo asegurar con rotundidad que es completamente cierto. Si intento contar las veces en las que sus palabras no reflejan a la perfección mis propios puntos de vista sobre los más diversos asuntos, me sobran los muñones.

Eso sí, su esfuerzo confeso, -y exitoso- por buscar siempre la vuelta que pase de rosca la tuerca es lo que lo diferenció de otros tantos periodistas con cuyas opiniones comulgo y que, sin embargo, soy incapaz de seguir a diario.

Para decir lo mismo que dirán cientos, mejor no decir nada.

Más de una vez escribió que después de la muerte hay exactamente lo mismo que antes del nacimiento: nada. En esa certeza también coincido plenamente, así que doy por seguro que no se enterará de lo que escribo ni en el más allá, ni en el más acá, ni en el cielo, ni en el infierno, ni reencarnado en gato -cosa que seguro que le habría gustado-, ni desde Jamaica -lugar desde el que aún “escribe” su blog-. Es posible que os extrañe que use el presente para referirme a Javier Ortiz, y es que hay otra verdad que, en su caso, se me hace más patente que en ningún otro: su obra lo mantiene vivo. Durante este último año, de la misma manera que si aún se sentase cada mañana ante el teclado de su ordenador, su blog se actualiza diariamente y con esa misma frecuencia sigo leyéndolo.

Unas veces porque el tema es intemporal (de los de “la nevera”, según él), otras porque la historia se repite, otras por la calidad del escrito y, muchas, por todo ello a la vez, lo cierto es que leo las entradas del blog con el mismo interés y placer que si hubiesen sido tecleadas horas antes en vez de hace años.
Sirvan mis palabras, pues, para dar difusión a sus posts: en la columna de la izquierda, en la sección de blogs offtopic, tenéis el enlace a su bitácora.

No sé quien se encarga del trabajo de actualización, pero quiero transmitirle mi agradecimiento y ánimo para que continúe con la labor.

De paso, aprovecho para dar difusión al homenaje a Javier Ortiz el próximo día 30 de abril en Donostia.