Slim Cessna’s Auto Club + Screaming George and the Hustlers (Santana 27, Bilbao, 8/II/2014)

Otro grupo bilbaíno que crece delante de nuestros ojos es Screaming George and the Hustlers, y no me refiero al hecho de que ya haya tres guitarristas en la banda (¡sin hacer rock sureño!). Su enjundia y aplomo sobre el escenario está muy lejos, para bien, de cuando los ví por primera vez en la Fiesta Bilbao Rock City, donde Screaming George ya apuntaba al pedazo showman que es. Fue el suyo un gran concierto. 13 temas de garage de raíces bluesies con unos toques de new wave, de pub-rock y de punk-rock neoyorkino (por momentos parecían el Patti Smith Group). En definitiva, resultaron una opción perfecta para poner un poco de paganismo en la liturgia del día.

Screaming George & The Hustlers, Galerías de fotos por Dena Flows

Screaming George & The Hustlers, Santana 27, Bilbao, 8/II/2014. Foto por Dena Flows

Liturgia que pusieron entre Slim Cessna y Jay Munly, dos frontmen que suman casi 4 metros de imponente humanidad. El primero tiene pinta de grandullón majo de la clase; el segundo podría protagonizar, sin caracterización alguna, una peli de Tim Burton (una de las de muñecos en stop motion) haciendo, por ejemplo, de ” el enterrador muerto”, por decir algo. Ellos son el poli bueno y el poli malo del interrogatorio en el que se decide si te encaminas al infierno o a la vera del Señor. Y no hay escapatoria. Evangelizadores desde su púlpito o inquisidores cara a cara , el mensaje llega: el infierno está aquí, estos son tus pecados.

Slim Cessna's Auto Club, Galerías de fotos por Dena Flows

Slim Cessna’s Auto Club (Slim Cessna & Jay Munly “Munly Munly”), Santana 27, Bilbao, 8/II/2014. Foto por Dena Flows

Y este infierno tiene un cancerbero de excepción. Se llama Lord Dwight Pentacost, y con ese nombre ya sabes que es un tipo al que dos testamentos se le quedaron cortos y tiene manuscritos tres o cuatro más, que ningún editor se ha atrevido a publicar. En el Auto Club de Slim se encarga de los banjos y la guitarra de doble mástil y doble devoción (a la Virgen y al Sagrado Corazón).

Con semejante vanguardia, queda claro que esta legión arcangélica tiene la batalla ganada. La ganan a base de country épico y oscuro, en el que los banjos y la lap steel suenan tanto a las agonías de Wovenhand como al pandemonium de Legendary Shack Shakers. Y las ganan porque cuando Slim Cessna dice Glory, no queda más remedio que convertirse en un niño del señor; y si Jay Munly te invita a dar una vuelta por la primera iglesia baptista de Estados Unidos, esa que fundó Roger Williams, ¡pues qué vamos a hacer nosotros, más que entrar y cantar Halleluya!

El pasado sábado, hasta la luz del local parecía sumarse a la alegoría: rojo y azul, calor y frío, infierno y cielo. Y todo ello, con un fan alocado en primera fila con una camiseta de Ihategod.

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