El Sony World Photography Awards es un concurso fotográfico abierto a participantes de todo el mundo. Como su nombre indica, lo patrocina Sony y divide a sus participantes entre profesionales y aficionados. Además, existen categorías temáticas entre la que se encuentra la música. Ello, junto al jugoso premio en metálico, es lo que hizo que el año pasado me quitase la pereza y el escepticismo que me provocan los conciertos concursos y que presentase tres fotos en dicha categoría.
Estas tres:
Una de las condiciones del concurso es que las fotos estén realizadas durante el año del certamen y que, en caso de aparecer gente en ellas, no sea una «celebrity» y contar con los permisos pertinentes del protagonista de la foto. Ello restringió bastante la búsqueda en mi archivo de fotos de conciertos, pero quedé contento con la selección.
Lo cierto es que la competencia fue dura. Personalmente, ésta foto que presentó el fotógrafo Ben Yacobi me pareció superior a las mías. Creo que es una foto de concierto extraordinaria.
El caso es que ni él ni yo nos comimos una rosca :-). De hecho, ni él ni yo pasamos el primer corte de la competición.
Total que, este año, he decidido presentarme otra vez, pero a la categoría de arquitectura.
Quedé muy contento con algunas de las fotos de las vacaciones en Pekín y me ha parecido que podía pasar por el concurso con dignidad.
He presentado esta foto del Estadio Nacional de Pekín:
Me he decidido por esta foto porque, a diferencia de la mayoría de las fotos de este estadio , incluídas las mías, no pretende abarcar el edificio entero. Lo cierto es que la obra del estudio de arquitectos Herzog Et Meuron, quienes ya diseñaran el espectacular Allianz Arena de Munich, es francamente fotogénica en su totalidad y es imposible resistir la tentación de fotografiar el edificio entero. Las fotos resultantes pueden ser preciosas, claro, pero, en demasiadas ocasiones, por falta de escala, se pierde la idea de la verdadera dimensión del edificio. Creo que esta foto, con la ayuda de los árboles y la barandilla, consigue precisamente dar la idea del tamaño de la obra.
Además, hace una bonita unidad temática (fotos con reflejos) junto a las otras dos fotos que he presentado al concurso, que son ambas del Centro Nacional de Artes Escénicas de Pekín. La Ópera de Pekín, para abreviar:
Podéis entender por qué, en Pekín, abrevian aún más llamándole «El Huevo».
El edificio es del arquitecto francés Paul Andreu. De una simplicidad hipnótica, pasé horas mirándolo atontado. Algo parecido a lo que me ocurrió cuando vi el Gateway Arch que Eero Saarinen diseñó para la ciudad de San Luís. Son tan simples, tan simples y, al mismo tiempo, tan grandes… es una combinación que me aboba. Me encanta.
La obra juega con un recurso que últimamente parece estar de moda: el reflejo en un lago artificial completa el sentido estético del edificio. Además, en este caso, la «fachada» está iluminada con luces que cambian de color cada minuto, contribuyendo al efecto hipnótico.
Así, hipnotizado, pasé varias horas haciendo fotos a un motivo que, por lo demás, no tiene demasiados ángulos por donde ser atacado (de hecho, no tiene ni un sólo ángulo 🙂 ). La extrema simplicidad hace que los puntos de vista diferentes produzcan fotos similares. Aún así, siento que tuve mucha suerte al encontrar el agua del lago especialmente calmada. Ello me permitió hacer, en la primera foto, una simetría casi perfecta. Podría reflejarse horizontalmente la foto y apenas cambiaría el resultado. La nitidez del reflejo es prácticamente la misma que la del objeto. Y la noche cerrada (habitualmente prefiero la hora azul para hacer fotos de arquitectura nocturnas) hace que el conjunto parezca estar flotando en la nada.
En la segunda foto, además de argumentos parecidos a los de la primera, me gusta el aire irreal. La veo y, más que un edificio, me parece ver una nave espacial o un decorado de ciencia ficción.
A ver si tengo más suerte que el año pasado (o justicia! 🙂 ).
La foto que presentas este año es espectacular, pero viendo el criterio de ese concurso, es posible que gane la típica foto de las escaleras del museo Vaticano, por ejemplo. O espera, ¿esa no ganó ya algún año?
Jejeje…. corregido wank. Gracias. «concursos» donde «conciertos».
Ya me lo habían advertido esta mañana, pero de una manera tan críptica que he leído el primer párrafo 40 veces en busca de una falta de ortografía, y no me he dado cuenta de que era eso. En fin… 🙂
ok, falsa alarma, había leído «respondido».
pues yo no veo ni rastro de tu presencia en mi blog. A ver si creando un nuevo post de mis tetonas favoritas…
Ello, junto al jugoso premio en metálico, es lo que hizo que el año pasado me quitase la pereza y el escepticismo que me provocan los conciertos y que presentase tres fotos en dicha categoría.
pues para darte tanta pereza no te pierdes uno, cabrón!
😉
Ya. Te he reconocido por tu blog 🙂
soy tu coforero «Balboa», por cierto.
Gracias Natxo.
Para ser justos, hay que decir que la categoría del concurso es «Música», así, en general. No rock, en concreto, ni conciertos, en particular.
Recuerdo que entre las finalistas había fotos de lo más variopinto: partituras, instrumentos,… Me sorprendió que no hubo ni un solo músico de rock en concierto.
En 2008 la ganadora sí fue de rock en directo.
A mí me gustan más tus fotos. Estamos hablando de rock, y tus fotos exudan sudor y fuerza primitiva por todos sus poros. La elegida por ti me parece simplemente espectacular, pero no veo en ella nada especialmente referido a la temática rockera, pienso que la foto hubiera resultado igual de poner ahí a un tio con casco disparado de un cañón que colgado con una guitarra.
La elegida como ganadora me parece una broma de mal gusto.