Steve Wynn: Here comes the miracles (Blue Rose Records, 2001)

In Focus nº 2
Esta reseña del disco Here comes the miracles de Steve Wynn se publicó en el fanzine In Focus nº2, en el año 2001.

El autor fue Borja Gil “Pakete Leroy” y las fotos aparecen aquí tal y como se publicaron en papel, esto es, en blanco y negro.

En el mismo reportaje incluímos también una entrevista con Steve Wynn y una crónica de concierto.

Pinchando aquí podéis acceder al archivo PDF del fanzine tal y como se publicó en su día.

Portada de Here Comes The Miracles de Steve Wynn /B/N)

“Here Comes the Miracles” es el título del sorprendente último disco de Steve Wynn, quien a veces podía parecer gallego por eso del no saber si va o si viene. Me explico: hay canciones como “Southern California Line” en las que esos duelos de guitarras nos recuerdan a sus raíces ochenteras de los Dream Syndicate, y otras como “Drought” o “Butterscotch” en las que, ayudado por los dulces coros de Linda Pitmon, vemos a un S. W. más intimista.

Es uno de esos discos que hay que escuchar enteros (nada menos que 19 cortes), y de los que cada vez te metes más en él por la cantidad de distintas intensidades que se pueden sentir: de la melodía de “Sustain”, a la mala leche en el estribillo de “Shades of Blue” o de “Strange New World” (ese ritmo vía Stooges), pasando por el sentimiento que le echan en “Good and Bad” punteando a lo Neil Young en “Cortez the Killer”, los muchos efectos que han usado para dar matices a las voces (“Topanga Canyon Freaks”, “Here Comes the Miracles”, “Let’s Leave It Like That”), los fuertes ritmos de batería timbalera (“Watch Your Step”, “Crawling Misanthropic Blues”), o la magia de los teclados “Smash Myself to Bits”, “There Will Come a Day”).

Y, cómo no, hay que destacar al grupo que acompaña a Steve Wynn en esta grabación, que como dice él mismo, sobre todo (y además de excelentes músicos) son buenas personas: la precisión del bajo de Dave De Castro, la variedad de sonidos de guitarras (Chris Brokaw) y teclados (Chris Cacavas) y las ya habituales voces y  forma de sacar partido a todo lo grande que es una batería de Linda Pitmon.