Comentaba en la anterior entrada, al hilo del llenazo de Nikki Hill en el Kafe Antzokia, que a algunos rockeritos nos duele su éxito, no porque nos parezca mal o inmerecido ¡no!, nos duele, sobre todo, por comparación con el que no obtienen otros a los que nosotros concedemos más méritos. En este sentido, no ...