The Steepwater Band (Kafe Antzokia, Bilbao, 27/II/2014)

Ya cité a The Steepwater Band como mi referencia personal en lo que a grupos actuales de hard-rock-blues setentero cuando elogié encendida y muy merecidamente a Last Fair Deal. Ya no puedo decir que son mi power-trío preferido del género, pues a Massey, Winters y Bowers se ha unido Eric Saylors a la segunda guitarra.

Ahora son cuarteto.

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The Steepwater Band (Eric Saylors, Jeff Massey, Joe Winters & Tod Bowers), Kafe Antzokia, Bilbao, 27/II/2014. Foto por Dena Flows

Y me siguen pareciendo los mejores en lo suyo.

Conste que iba al concierto algo temeroso. El estilo es muy dado a las divagaciones y, por tanto, resulta extremadamente importante que todo esté medido y en su sitio para no pasarse de frenada y aburrir al personal a base de pirotecnia y funambulismos varios. Con dos guitarras en escena ese peligro acecha con los dientes afilados y acabar en sus fauces es un riesgo cierto.

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The Steepwater Band (Eric Saylors), Kafe Antzokia, Bilbao, 27/II/2014. Foto por Dena Flows

Parece que The Steepwater Band son conscientes de ello y se han conjurado para sortear esa trampa y, a fe que lo consiguen. En realidad, la única diferencia palpable respecto a la formación de tres es que las canciones se acercan más a las grabaciones (porque, una cosa está clara, los tríos, en el estudio, son de todo menos tres). Hay más rítmica, hay más duelos, sí, pero todo en su preciso lugar, sin excesos, con mesura, en cantidades exactas para provocar gozo, delirio en ocasiones. Así, en un concierto protagonizado por ritmos de boogie o cercanos, riff arriba, riff abajo, los momentos más jam fueron hechos a la velocidad del rayo, uno casi recién salidos a escena, en la parte final de All the way to nowhere: tres minutos de aquelarre que le añaden a la versión de estudio, mucho más calmada, y que se grabaron así en el directo Live & Humble. El otro en el Boom, boom hookeriano, que se alarga y se alarga sin que nadie quiera que acabe nunca.

Está claro que Saylors ha llegado a la banda para sumar. Suena en el conjunto como si hubiese estado en él desde el big bang. Perfectamente integrado en el estilo y filosofía de los chicagüenses.

Si como trío eran de 10, como cuarteto, son de 11.

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The Steepwater Band (Tod Bowers), Kafe Antzokia, Bilbao, 27/II/2014. Foto por Dena Flows

Eso sí, con 7 discos de estudio en su haber, ya hemos llegado (hace tiempo en realidad) a ese punto en el que en el setlist falta siempre alguna preferida. En mi caso, Mercy, la canción que abre Revelation Sunday. Aunque son verdaderos maestros versioneadores, como dejaron claro con Cortez the Killer, Boom, boom, boom, boom y la, para mí, desconocida Sugar mama, quizá deberían apurar más sus clásicos, que acabar el concierto con 3 versiones parece de grupo que no confía en el material propio para dejar buen sabor de boca.

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The Steepwater Band (Joe Winters), Kafe Antzokia, Bilbao, 27/II/2014. Foto por Dena Flows

Si arrasco mucho, mucho, en mi memoria (que suele fallar estrepitósamente), es posible que encuentre en ella algún concierto de The Steepwater Band que me tocase más la fibra en su momento. Seguramente, la primera vez que los ví, en la Sala Azkena, hace casi 8 años. Pero, objetivamente hablando, creo que esta ha sido la mejor de las 5 veces en que los he tenido delante de mi objetivo.

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Pinchando en cualquiera de las fotos vais a la galería del grupo. Incluye setlist.

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