¿Por qué no tienen éxito mainstream The Dustaphonics? No sé (Kafe Antzokia, 13/II/2015)

Solemos indignarnos muchas veces cuando comprobamos el nulo éxito popular de los talentos locales. “Si fuesen yankees se comían el mundo”, “viene cualquiera de fuera y nos derretimos y a éstos los vemos cuatro gatos” son frases típicas tras presenciar alguno de los muchos conciertazos a los que, por suerte, nos tienen acostumbrados nuestros vecinos más talentosos.

El argumento tiene mucho de cierto y, a la vez, otro tanto de aldeanismo (etnocentrismo, que dicen los técnicos de la materia). Si en nuestra ciudad tenemos docena y media de bandas de aúpa que se quedan en el underground ¿¡qué nos hace pensar que no hay otras tantas en Toulouse, en Colonia, en Turín, en Oporto, en Budapest y, por supuesto, en cualquier ciudad de los EE.UU. de América o del Reino Unido!?

The Dustaphonics, Fotos por Dena Flows

Hayley Red, cantante de The Dustaphonics, Kafe Antzokia (Kutxa beltza), Bilbao, 13/II/2015

Obviamente, el éxito no es una cuestión únicamente de calidad. Bandas de calidad hay por cientos allá donde pongas la lupa para ir a buscarlas. Y tampoco lo es de nacionalidad (aunque ser anglosajón te de la ventaja de tener cerquita una industria mucho más y la de ser nativo del “idioma del rock”) como demuestra el hecho de que The Dustaphonics (londinenses, a la sazón) anden mediollenando clubs de pequeño aforo cuando estamos ante una banda que, a priori, lo tiene todo para triunfar nivel masivo: estilo retro-moderno, que tanto se lleva ahora; hits impepinables como Party girl de su primer disco o The Message del segundo; un guitarrista cool; una guapérrima al frente, que canta fenomental y transmite entusiasmo como para alegrar el día a un recién desahuciado, y, sobre todo, tienen la capacidad de poner a mover la cadera hasta a un regimiento de geyperman.

Al final, es muy probable que ser de Toledo (Ohio) o de Toledo (España) tenga una indicencia limitada en hacer que un grupo llegue a llenar salas de gran capacidad y llevarse un buen pellizco a cambio de riffs y melodías.

The Dustaphonics, fotos por Dena Flows

Yvan Serrano-Fontova, guitarrista de The Dustaphonics, Kafe Antzokia, Bilbao. 2015

 

En estas reflexiones andaba yo después de disfrutar del concierto de los ingleses en la sala de arriba (kutxa beltza) del Kafe Antzokia el pasado viernes carnavalesco. ¿Qué hace que no estén ocupando el hueco que, digamos, ocupaban B-52’s en los 80-90? ¿Quién lo hace, de hecho? ¿Se conforma el mainstream con el Lonely Boy de Black Keys para hacernos bailar con un grupo de guitarras? ¿O ese nicho se ocupa, hoy día, por bandas de electro-rock tipo Two Door Cinema Club (por citar unos que me gustan mucho)?

The Dustaphonics, Fotos por Dena Flows

Setlist de The Dustaphonics, Kafe Antzokia, Bilbao. 2015

Ays! Si existiese una respuesta fácil supongo que no haría fotos y estaría forrándome como promotor o similar.

Mientras tanto, podemos felicitarnos de que muchos de los mejores conciertos que vemos son como el de Dustaphonics: cercanos, sudorosos, en familia, en los que la cantante se pasó los tres instrumentales que tocaron bailando entre el público embutida en su mono de licra y en los que el grupo no puede ni negarse a hacer un bis no programado (y en el que tuvieron que repetir Eat my Dustaphonics y Big smoke London) por la presión del público y el mero hecho de estar, ellos también, pasándoselo en grande.

En definitiva, unas de esas noches grandes en locales pequeños, protagonizada por un grupo grande de éxito pequeño.